El gobierno necesita transparentar el impacto que el estímulo fiscal a las gasolinas tendrá en los ingresos del país, ya que podría representar una pérdida anual de 119,300 a 205,500 millones de pesos, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

A través del Servicio de Administración Tributaria (SAT) se debería ofrecer una base de datos relacionada a los estímulos fiscales ordinarios y complementarios que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) aplica en el IEPS de la gasolina para contener el alza en el precio.

El IMCO sostiene que el gobierno debe publicar detalles de cómo operarán los estímulos complementarios al IEPS -que comenzó a aplicar desde el pasado 5 de marzo- y cómo se realizará la acreditación conforme a la normatividad fiscal.

Es necesario que queden claras las reglas de operación y cómo se va a aplicar este estímulo en las gasolineras y cómo se les va a aplicar puntualmente

 mencionó Óscar Ocampo, coordinador de energía del IMCO.

“Nos dicen: ‘va en contra de la declaración provisional de IVA e ISR’.  Pero ¿bajo qué fundamento? ¿cómo se va a ver implementado eso tal cual porque los acuerdos del Diario Oficial no dan claridad sobre eso”, comentó a EL CEO.

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Para controlar el aumento de los precios de la gasolina, Hacienda dejó de cobrar por tercera semana consecutiva IEPS en el combustible Premium, Magna y Diésel. Y también elevó el estímulo a las gasolineras e importadores de este energético.

Gasolineras restan cobro a consumidores 

Salvador Meljem, socio de consultoría fiscal de negocios EY, comentó que el estímulo fiscal complementario (para gasolineros) funciona como el que se aplica en la zona fronteriza del País.

Para igualar los precios de la gasolina o al menos mantenerlos en condiciones competitivas contra el otro lado de la frontera, lo que han estado haciendo es dar un incentivo, con el cual, el gasolinero puede restar un monto del precio que otorga al consumidor

comentó.

Ese monto que resta, lo puede recuperar a través de otros incentivos fiscales, es decir pudiendo tomar esos montos como créditos contra el Impuesto al Valor Agregado (IVA) o contra pagos provisionales de Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Con el estímulo complementario, gasolineros e importadores pueden dejar de cobrar a sus clientes una parte del IVA o de ISR.

Costoso mecanismo de control

Víctor Gómez, economista y académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), destacó que son costosas las decisiones de política fiscal que ha tomado el gobierno para controlar el precio de las gasolina.

Esto se debe a los beneficios fiscales que el gobierno federal le ha dado a Petróleos Mexicanos (Pemex), como es la reducción de la carga fiscal, lo que implica que las arcas públicas reciban cada vez menos beneficios aunque crezca el precio del petróleo.

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El 40% del beneficio en precios lo captura el gobierno y el costo de estimular el precio con reducción de la carga tributaria lo paga al 100%

explicó el especialista.

Entonces, el gobierno se queda con menos de la mitad del beneficio de vender el petróleo mexicano a precios más altos, pero absorbe al 100%  el costo de los estímulos al IEPS para gasolinas y el apoyo a distribuidores e importadores de este combustible.

“Esto implica que el costo fiscal por estas dos políticas al año sean, según las estimaciones, de 100 a 200,000 millones de pesos aproximadamente”, coincidió con el IMCO.

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Estímulo fiscal ayuda a contener impacto inflacionario

La ventaja del estímulo fiscal al IEPS es que ayuda a contener parte del impacto en la inflación que tienen los incrementos globales en materias primas, particularmente en el petróleo.

Con este mecanismo, México ha logrado reducir la volatilidad de los mercados financieros internacionales en el precio que observan los consumidores.

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El IMCO, por su parte,  insistió en que  el gobierno necesita informar oportunamente los escenarios que tiene considerados para el estímulo fiscal de los próximos meses a fin de cuantificar el gasto fiscal, así como el detalle de los ingresos adicionales que obtendrá por vender petróleo a un mayor precio.

Presiones de Europa

Por separado, Edgar Ocampo, analista del sector energético, expuso que las empresas europeas enfrentan altos precios de energía por la guerra y porque en la pandemia se estancó la inversión al sector.

“Si hay algo importante en el sector de energía fundamentalmente en los combustibles fósiles es el ritmo de inversión. Hay una pauta que se debe de seguir y es más o menos de unos 700 a 800,000 millones de dólares anuales, para más o menos mantener el ritmo de oferta de petróleo, gas y carbón”, manifestó

Sin embargo, la inversión se desplomó y llegó a niveles debajo de los 400,000 millones de dólares, lo que impide que ahora surja una oferta adecuada para la colosal demanda que despierta después del COVID-19, y provoca que los países vayan a “sacar de la alacena”, es decir, a usar sus reservas estratégicas, de seguridad y comerciales.

Las reservas son tanques gigantescos instalados en diversas partes de los territorios de Europa, que garantizan entre 60 y 90 días del consumo diario, explicó Édgar Ocampo.

Cierre de comercios

Respecto a la energía eléctrica que se genera con gas natural, el especialista destacó que los precios nunca habían estado tan altos.

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Normalmente el precio del Megawatt en Europa oscila entre 40 y 90 euros, pero actualmente se observan precios de 750 euros.

La electricidad es crítica en este momento para Europa y me parece que va a destruir una buena parte de la economía europea. Van a cerrar empresas, fábricas, comercios, porque la electricidad cuesta oro y va a tener repercusiones los próximos meses , previó.

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