Reforestar un bosque incendiado cuesta entre 26,000 y 30,000 pesos por hectárea, debido a que deben realizarse actividades de manejo de materiales, protección, compra de plantas y acciones de conservación, informó la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

A pesar de que los costos son variables, pues dependen de la severidad del incendio y de la capacidad del ecosistema de regenerarse, el artículo 121 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable establece que son los dueños de la tierra, en su mayoría ejidatarios y comunidades indígenas, quienes deben pagarlos en un lapso máximo de dos años.

“Nosotros no tenemos un presupuesto asignado para actividades de reforestación, ya que siempre tienen cargo al propietario de los terrenos”, dijo en entrevista Ramón Silva, coordinador general de Conservación y Restauración de la Conafor.

Para Juan Manuel Frausto, director del programa de conservación de bosques y cuencas del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, el lapso de dos años que se tiene para empezar a reforestar un bosque incendiado, ver si éste renace sin intervención humana o si necesita que se traigan nuevas plantas.

“Si se van a poner nuevas plantas, es importante que sean lo más similar a lo que había antes”, advierte.

En lo que va del año, al menos 93,403 hectáreas de bosque han sido arrasadas en 30 entidades del país, donde se ha registrado 3,436 incendios. De estas, 94% corresponden a zonas de arbustos y solo 6% a árboles, de acuerdo con el Reporte Nacional Semanal de Incendios Forestales publicado por la dependencia con corte al 25 de abril.

El número de incendios registrados es el menor desde 2017, tomando en cuenta periodos similares, muestra el documento.

Incendios por causas humanas

Nueve de cada diez veces, los incendios forestales son causados por la actividad humana.

“La mayor parte de los incendios está en tierra de los ejidos o comunales”, explica Frausto.

Por ello, el experto recomienda no fumar en los bosques o en el campo, dejar de quemar basura o pastizales y mantener limpias las brechas cortafuego.

“Si tienes 30° Celsius de temperatura, menos de 30% de humedad y viento de más de 30 kilómetros por hora, estás en una situación crítica. En ese momento no se recomienda hacer quemas porque el fuego se puede expandir”, dice.

Para reducir la posibilidad de fuego, el experto recomienda tener programas de manejo, donde se aproveche la madera, así como atenerse a la Norma Oficial Mexicana 015, que da los lineamientos para hacer quemas controladas.

Bosques en llamas

Los estados con más incendios son México, Michoacán, Ciudad de México, Tlaxcala, Puebla, Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Morelos y Veracruz. En conjunto, estos estados agrupan 82% de los casos registrados en el país.

En tanto, las entidades con más superficies afectadas por el fuego son Oaxaca, Puebla, Guerrero, Jalisco, Chihuahua, México, Chiapas, Michoacán, Aguascalientes y Yucatán, muestra el reporte de Conafor.

El fuego es necesario

Sobre las causas naturales de los incendios, Silva asegura que existe una correlación con las condiciones meteorológicas, ya que se incrementan en tiempos de sequía.

Frausto, además, señala que en el norte del país es normal que los incendios naturales sean iniciados por rayos, aunque en el sur –debido a la humedad y a las características climáticas—es menos probable que esto ocurra.

Sin embargo, el especialista advierte que, pese a que en los últimos años se ha registrado una menor cantidad de incendios tanto naturales como generados por las personas, el fuego es necesario para la regeneración de los ecosistemas.

“Hay algunos ecosistemas que necesitan fuego para su recuperación, como en el caso de los bosques muy viejos”, dice.

Por ello, es importante realizar quemas controladas, tener un mejor manejo del fuego y reportar cualquier incendio antes de que se propague, considera el especialista.