Los automovilistas que viven cerca de la frontera norte de México “sacan partido” de los tres estímulos fiscales que el gobierno mexicano aplica a las gasolinas Magna, Premium y Diésel para controlar el precio de la gasolina que va en aumento a causa de presiones internacionales.

Si bien la Secretaría de Hacienda primero quitó los estímulos fiscales y subsidios que da en los combustibles en las siete zonas de la frontera el primer día de abril, para el cuarto día rectificó su decisión y regresó el subsidio a toda la franja, salvo en Tijuana y playas del Rosarito de Baja California.

La decisión se tomó con la intención de que los precios de la gasolina no estuvieran tan bajos como para seguir motivando a los automovilistas de Estados Unidos a cargar los tanques de sus vehículos en territorio nacional, comentó a EL CEO, Alfredo Sandoval, analista económico de Banco Base.

Para los automovilistas de Estados Unidos es más bajo el precio de litro de gasolina Magna, Premium y diésel que se vende en México, respecto al que se vende en su país, ya que el gobierno lo ha contenido mediante tres distintos estímulos.

El primer estímulo consistió en eliminar gradual y temporalmente el cobro del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) de gasolina verde, roja y diésel. Este estímulo se aplicó a nivel federa.

Después, para contener más el precio de la gasolina, se estableció un estímulo complementario que consiste en otorgar créditos fiscales a los gasolineros e importadores, con lo cual al hacer su pago provisional de impuestos, reciben un subsidio ya sea mediante Impuesto al Valor Agregado (IVA) o Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Es decir, del total del monto de impuestos pagados, Hacienda les descuenta una determinada cantidad por cada litro vendido de gasolina.

El tercer estímulo es el que el gobierno aplica en 16 regiones de la frontera habitualmente; funciona igual que el estímulo complementario, pero es escalonado, ya que es menor conforme se aleja de la frontera.

Gasolineras deberían tener mayor control

Para Mario Barrera, fiscalista y socio de Holland & Knight, expuso que si el objetivo es que los estímulos fiscales beneficien a los mexicanos y no a los extranjeros, habría que verificar la identidad y estatus migratorio de los consumidores.

La gasolinera tendría que llevar un control de a quién le vende la gasolina, pero eso generaría una carga administrativa muy grande

comentó.

O en su defecto, buscar un mecanismo que permita que los compradores del combustible tengan derecho a algún acreditamiento o deducción.

Eso permitiría que sean verdaderamente los contribuyentes mexicanos los que se beneficien del estímulo , comentó.

Afecta cierre de permisos

Otra causa de la escasez de gasolina es que los importadores han dejado de adquirirla debido a que sus permisos caducaron y ya nos los pudieron renovar, o se los cancelaron por realizar comercio ilegal.

Al cerrarse ese canal de abasto, las gasolinas de la frontera solo se están surtiendo con Petróleos Mexicanos (Pemex).

Sin embargo, Hacienda sostuvo en un comunicado que Pemex cuenta con inventarios de producción nacional y disponibilidad de importaciones para suministrar la demanda del norte y todas las regiones del país.

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