Febrero de 2024 es la muestra de que México vive su peor crisis hídrica en décadas, así lo señala el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) al detallar que, en ese periodo, el 69% de la población mexicana padeció algún tipo de sequía.
Al presentar el documento sobre propuestas hídricas dirigidas a los candidatos a la presidencia de la República y aspirantes a cargos subnacionales, como gobernadores y alcaldes, el IMCO presentó un indicador de medición de estrés hídrico enfocado en el segundo mes del año.
Por el análisis se identificó que el país vivió el febrero más seco de los últimos nueve años y no solo hay afectaciones en materia de disponibilidad, sino también la calidad del agua.
“El Servicio Meteorológico Nacional nos permite rastrear datos sobre las sequías que atraviesa el país, y cuando se cruzan con el censo de población 2020, revelan que hoy siete de cada 10 mexicanos habita una zona con sequía moderada, severa, extrema o excepcional”, señala el estudio.
En tanto, en 21 estados del país la población sufre algún tipo de falta de agua, destacando Querétaro y Chihuahua como los que en prácticamente toda la población enfrenta sequías extremas y excepcionales.
“Corregir el rumbo en materia hídrica será uno de los principales retos que enfrentarán las administraciones que resulten elegidas en junio”, señaló.
¿Qué agenda propone el IMCO ante la sequía?
Al precisar que la gestión del agua se encuentra fragmentada entre distintos niveles de gobierno, el IMCO detalló que orientó sus propuestas entre aquellas que competen directamente a la Federación -tanto al poder ejecutivo como legislativo-, así como a las entidades federativas y a los municipios.
Para la Federación se propone mejorar el monitoreo del uso del agua, principalmente en el sector agropecuario, con el objetivo de contar con datos e indicadores que permitan una gestión más eficiente del agua en el país.
Además, se recomienda la compra y venta de bonos de carbono o bien financiamientos climáticos como el Fondo Verde del Clima. Así como implementar un plan para el uso eficiente del agua a través de la Conagua para que los usuarios del sector agropecuario no rebasen su volumen autorizado. Evaluar y actualizar la delimitación de los acuíferos en que se encuentra dividido el país con criterios geofísicos en vez de geopolíticos.
Garantizar, mediante el presupuesto diseñado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Congreso de la Unión, recursos suficientes para que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pueda invertir en tecnología y recursos humanos para desarrollar un sistema de información.
La Federación debe mejorar los sistemas de información tarifaria por parte de la CONAGUA. Mientras que a nivel estatal se tiene que fortalecer la planificación de recaudación tarifaria, que sea equitativa con el gasto.
“En coordinación con la Conagua y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), esto permitiría una recaudación más equitativa, que financie adecuadamente los gastos”, se lee en el plan de trabajo.
A nivel municipal hay que invertir en modernización y conservación de infraestructura. Se tiene que promover un mayor volumen de tratamiento de aguas residuales.
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