En la cuarta transformación de Andrés Manuel López Obrador se abrió un nuevo debate. Esta vez por el recorte presupuestal destinado a las 9,399 estancias infantiles que operó la extinta Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

El tema salió a flote el martes 5 de febrero, luego de que el presidente insistiera en respaldar el tijeretazo de casi 50% de los recursos etiquetados en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 (PEF 2019), al pasar de 4,070 millones de pesos en 2018 a 2,041 millones para este año fiscal.

El presidente López Obrador aseguró que el programa -que inició en 2007, en el sexenio del entonces mandatario Felipe Calderón- continuará con la diferencia de que el subsidio mensual se otorgará directamente a las familias beneficiadas, con la finalidad de evitar intermediarios, incluso el uso “político” del programa.

El presidente también dijo que la operación de las estancias está bajo la lupa, luego de que su administración encontrara que informes de asistencia de los niños a las guarderías fueron “adulterados” así como la evidencia de “otras irregularidades”.

En contraste, grupos de padres de familias, de educadoras al frente de las estancias infantiles, así como legisladores de oposición al Movimiento de Regeneración Nacional señalan que la disminución afectará a madres de familia de trabajadores no formales y quienes serían los principales beneficiarios del programa.

El CEO consultó las últimas dos fichas de monitoreo al programa que presentó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Estos son los resultados.

Los claros

Desde que arrancó el programa en 2007, el Coneval registró que este aumentó en 18% la probabilidad de encontrar trabajo de madres y padres solteros, así como de madres adolescentes, beneficiarios del programa.

Para el 2017 (último año del que tiene registro Coneval) las 9,399 estancias infantiles ubicadas en todo el país atendieron a 310,968 padres y tutores.

La evaluación del Coneval del periodo 2016-2017 también evidenció que los padres de familia aumentaron la permanencia laboral y el número de horas trabajadas.

El 90% de los beneficiarios lograron mantener o mejorar su posición en el trabajo, aunque no se identificaron “efectos significativos” en los ingresos de los padres beneficiados.

Otro dato que reveló el Coneval fueron las relativas a las “consecuencias no planeadas” del programa. Por ejemplo, que se diversificó la dieta de los niños en cuidado en una estancias y se incentivó el empoderamiento de las mujeres.

También se crearon 64,361 fuentes de empleo.

Los oscuros

Este jueves en conferencia de prensa, López Obrador aseguró que su administración encontró irregularidades en la operación de las guarderías, por ejemplo, en las listas de asistencia de los niños beneficiados.

El asunto ya había sido ventilado por el Coneval en su monitoreo de 2016. La dependencia señaló como una “debilidad” la falta de un mecanismo para verificar la lista de asistencia que presentaban las guarderías.

De acuerdo con las Reglas de Operación del programa en 2018, de la asistencia de los menores dependía el apoyo mensual que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) entregaba cada una de las estancias.

De hecho, para acceder al 100% del apoyo asignado de Sedesol -que podría ascender hasta 70,000 pesos- cada estancia tenía que mantener por lo menos una asistencia de 15 menores diaria, por un mínimo de cinco horas.

Coneval también evidenció la carencia de un mecanismo para la verificación de la información socioeconómica reportada por los padres de familia, en lo referente a si estos contaban o no con acceso a los servicios por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), a pesar de ser uno de los principales requisitos para acceder al apoyo del programa.