La maquinaria de Morena en el Congreso de la Unión se impuso para promover la nueva Fiscalía General de la República (FGR), y decir adiós a la Procuraduría General de la República (PGR); sin embargo, los partidos de oposición y los empresarios aún tienen varias inconformidades y dudas sobre el nuevo organismo.

Algunos organismos de la sociedad civil impulsores de #FiscalíaQueSirva y #VamosPorMás han destacado la importancia de dotar de autonomía real al próximo organismo, pero criticaron que la ley orgánica aprobada hace un par de días no lo logró. “Esta administración puede y tiene la posibilidad de crear una Fiscalía Que Sirva a favor de las mexicanas y los mexicanos, es necesario que junto con la ciudadanía se construya una institución que pueda enfrentar la impunidad y corrupción”, lanzó la coalición de más de 200 organizaciones y personas justo el día de la votación en que la ley orgánica fue aprobada con 341 votos a favor, 119 en contra y una abstención.

La oposición, principalmente del PAN y MC, indicó que el proceso fue sacado a prisas por la presión morenista, pero que es un proyecto que aún se debe revisar a profundidad por la importancia que tendrá: ser la responsable de investigar los delitos federales.

“La pregunta que todos debemos hacernos es cómo vamos a juzgar al presidente de la República por un delito de corrupción, si al fiscal anticorrupción lo designa el fiscal general y a éste lo nombra el presidente. Sin duda, esta es la maquinaria del fiscal carnal del presidente”, criticó el coordinador panista, Juan Carlos Romero Hicks.

En el sector empresarial también hay inconformidades. Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, lanzó rotundas críticas contra lo aprobado: “Carente de los lineamientos necesarios para garantizar el surgimiento de una institución autónoma y eficaz (…) trae consigo las limitantes propias de la camisa de la fuerza constitucional”.

El colectivo pedía una reforma integral que incluyera el perfil del nuevo fiscal y la remoción y designación de acuerdo a estándares internacionales para altos cargos de los sistemas de justicia

explica Marcela Villalobos, integrante de #FiscalíaQueSirva.

La maestra en derechos humanos y democracia advierte del gran riesgo de que continúe el proyecto de la Fiscalía, tal como está en la ley orgánica aprobada. “Hablar de una autonomía, de una fiscalía sin una cabeza verdaderamente autónoma, podría frenar los procesos que se han puesto sobre la mesa por parte de los colectivos”.

La reforma integral al 102 era muy relevante, sin embargo, no se consideró con el pretexto de que en los primeros días el nuevo gobierno no quería hacer modificaciones constitucionales, lo que es incongruente porque ahora sí están haciendo la propuesta del cambio de la constitución para incluir a la Guardia Nacional

concluye Marcela Villalobos.

En el artículo 102 se marca el procedimiento para seleccionar al nuevo titular de la FGR, la petición principal de los colectivos era excluir al presidente del proceso, para con eso garantizar una verdadera autonomía, lejos de la intervención del poder ejecutivo.

El proceso de selección quedó de la siguiente forma:

El papel del coordinador general

Otro punto polémico y criticado por los detractores de lo aprobado es el tema del coordinador general. Martha Tagle, diputada de Movimiento Ciudadano, advirtió del peso que se le está dando a esa figura en la estructura, lo que plantea como el puesto principal.

Dentro de la estructura de la FGR habrá cuatro fiscalías especializadas: derechos humanos, combate a la corrupción, delitos electorales y asuntos internos –nombrados todos por el fiscal–, además de órganos internos y coordinaciones, entre la que destaca la general.

Para Tagle la figura de este coordinador es la clave, ya que el fiscal será la cara pero el que ostente ese puesto será la esencia. Incluso, de llegar a faltar el fiscal, el coordinador está autorizado para sustituirlo.

La diputada, una de las principales críticas desde la tribuna, recordó que hace años se frenó una fiscalía a modo desde la oposición, donde se encontraba Morena, y hoy que este partido ostenta el poder y la mayoría aprobaron una fiscalía que no responder a los intereses de la ciudadanía.

Desde el 2000, año en que se dio la primera alternancia en el poder ejecutivo en México, la PGR ha visto desfilar a ocho procuradores y un encargado de despacho. La reestructuración de este organismo se viene planteando desde la reforma del 2014 y se plantea que la persona que llegue al máximo cargo lo ocupe por nueve años, es decir que será transexenal.

Los legisladores de Morena rechazan las críticas bajo el argumento de que era urgente que comenzara el proceso para la creación del nuevo organismo y que los señalamientos de los grupos de la sociedad civil serán tomados en cuenta más adelante en la estructuración.

El siguiente paso es que una vez que se complete el proceso del nombramiento del nuevo fiscal general, este tendrá que diseñar todo un plan estratégico para que se dé la transición de la PGR a la FGR, lo cual se calcula comenzará el próximo año.