El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) otorgó el registro como nuevos partidos políticos a las organizaciones Fuerza Social por México y Redes Sociales Progresistas, que habían recibido la negativa del Instituto Nacional Electoral (INE) por diversas irregularidades en el proceso de formación.

Los nuevos partidos políticos, impulsores de la administración de Andrés Manuel López Obrador, ahora se enfrentan al desafío de sobrevivir a las elecciones de 2021, logrando al menos 3% de la votación nacional, como lo establece la Ley General de Partidos Políticos.

Sin embargo, ninguno cuenta con un liderazgo político que le garantice por completo la supervivencia tras los comicios del 6 de junio de 2021, donde estarán en juego las 500 curules de la Cámara de Diputados, así como 15 gubernaturas.

Sobrevivir a sus primeros comicios federales permitiría a los nuevos partidos robustecer sus estructuras hacia las elecciones donde se elegirá al sustituto del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dice Pablo Yáñez Placencia, politólogo de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

“Ningún partido nuevo aspira a ganar elecciones, salvo que tenga fuerza específica en una región del país. Para conservar el registro, pueden recurrir a su propia estructura o a una plataforma extrema que los distinga del resto de las opciones”, dice el experto.

Fuerza Social por México

La Sala Superior del TEPJF votó por unanimidad ordenar al INE contemplar el cumplimento de cinco asambleas anuladas y contabilizar las firmas captadas en dichos eventos, con lo que la organización logró el registro para participar en las elecciones federales de 2021.

En su resolución inicial, publicada en junio de este año, el TEPJF había confirmado la invalidez de 464 afiliaciones de Fuerza Social por México durante el proceso de formación del partido.

Las inconsistencias en las afiliaciones fueron detectadas por el INE a principios de marzo, por lo que la asociación promovió un juicio, acusaron a la autoridad de utilizar argumentos genéricos y no explicó con claridad en qué consistían dichas anomalías.

Detrás del proyecto se encuentra Pedro Haces Barba, líder sindical petrolero, expriista y actual senador por Morena.

Haces Barba es suplente con licencia de Germán Martínez Cázares en la Cámara Alta. Se mantuvo en el cargo desde el 4 de diciembre de 2018 al 22 de mayo de 2019, según consta en los registros de la Cámara de Senadores.

Debido a la cercanía de Haces Barba con la facción morenista, se espera que Fuerza Social por México apoye al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la llamada ‘cuarta transformación’.

Haces Barba es el fundador de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), un sindicato petrolero que nació hace poco más de 10 años y que tiene presencia en casi todo el país.

Dicha organización ha mostrado apoyo incondicional al gobierno de López Obrador en asuntos laborales.

El pasado 22 de julio, por ejemplo, respaldó el proyecto de reforma de pensiones que presentó el mandatario, “lo cual representa un gran impulso para mejorar la seguridad social de millones de personas en nuestro país”, dijo el CATEM.

La cercanía de la administración federal con la central petrolera de Haces Barba también quedó de manifiesto con la asistencia de López Obrador a la convención anual del sindicato en febrero, donde se reunieron alrededor de 25,000 trabajadores.

Se trató del primer evento sindical masivo al que asistió López Obrador desde que asumió la presidencia de México, el 1 de diciembre de 2018.

Haces Barba Inició su carrera política en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1981, organización de la que fue miembro durante 37 años, hasta que brincó a las filas del partido fundado por López Obrador en 2014.

Redes Sociales Progresistas

En la resolución inicial sobre el registro del partido Redes Sociales Progresistas, ligado a la exdirigente magisterial Elba Esther Gordillo Morales, el INE había negado el registro por la posible intervención de una organización sindical en el proceso de afiliación.

Además, el ente presidido por Lorenzo Córdova Vianello detectó el uso de recursos económicos irrastreables para lograr cumplir los requisitos establecidos por la ley, como la celebración de 200 asambleas.

El partido está liderado por José Fernando González Sánchez, nieto de Gordillo Morales, quien regresaría a la actividad política por esta vía, de acuerdo con especialistas.

Esto, luego de haber pasado casi todo el sexenio de Enrique Peña Nieto bajo arresto, acusada de utilizar ilícitamente varios miles de millones de pesos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

El SNTE tiene alrededor de 1.6 millones de afiliados, por lo que es la organización sindical más grande en América Latina.

Desde que fue liberada de los cargos que le imputó la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Gordillo Morales ha buscado recuperar el control del sindicato, que actualmente dirige Alfonso Cepeda Salas.

Grupos seguidores de la exdirigente sindical ejercen presión para intentar remover a Cepeda Salas, e incluso han solicitado directamente a López Obrador su intervención para realizar una elección con el fin de renovar la dirección del SNTE.

Ante tales solicitudes, el mandatario se ha limitado a desear que los profesores resuelvan “sus problemas internos’’.

Aunque la relación entre López Obrador y Gordillo Morales es nula en la actualidad, José Fernando González Sánchez sí ha mostrado tendencia favorable por el proyecto del jefe del Ejecutivo.

“Nuestro presidente es un artista, pero le hacen falta traductores de su arte (…) (es) un líder social extraordinario e inspirador”, dijo el dirigente de Redes Sociales Progresistas en una entrevista publicada por Eje Central el año pasado.