Kamala Harris y el expresidente Donald Trump, candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, presentan propuestas económicas y fiscales marcadamente diferentes. Sin embargo, se anticipa que la orientación del próximo gobierno, independientemente del ganador, se centrará en políticas más estrictas en materia de inmigración y comercio, de acuerdo con un análisis de Moody’s.

La política comercial de Estados Unidos probablemente mantendrá una postura proteccionista en los próximos años, mientras el país busca contrarrestar el creciente dominio de China en sectores estratégicos y cadenas de suministro globales.

Este enfoque responde al aumento del comercio chino en América Latina y su inversión en la fabricación y la energía renovable, lo que podría intensificar las tensiones entre ambos países independientemente de quién gane las elecciones del próximo 5 de octubre.

Comercio e inmigración rumbo a las elecciones en EU

En el caso de que la vicepresidenta Kamala Harris asumiera la Presidencia, se espera que su administración conserve los aranceles impuestos por Joe Biden y busque fortalecer las relaciones comerciales con sus aliados. 

En contraste, un regreso de Trump a la Casa Blanca podría traer consigo políticas comerciales generales, lo que pondría en riesgo el crecimiento económico mundial, aceleraría la inflación y afectaría la demanda externa de exportaciones latinoamericanas.

Por otro lado, en cuestiones de inmigración es probable que el próximo gobierno de Estados Unidos continúe con esfuerzos por contener los cruces fronterizos no autorizados y reducir las solicitudes de asilo concedidas. Tanto Harris como el expresidente buscarán que México y los países centroamericanos impidan la llegada de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos. 

La vicepresidenta apoyaría medidas más estrictas en la frontera y buscará simplificar el proceso de regularización para los inmigrantes que ya se encuentran en el país. Mientras que Donald Trump podría aumentar las deportaciones o incluso reestablecer medidas polémicas como la separación familiar o imponer aranceles a productos mexicanos, lo que impactará en los flujos comerciales entre ambos países.

Seguridad, un reto clave para Kamala Harris y Donald Trump

En el ámbito de la energía limpia, la transición hacia una economía baja en carbono seguirá avanzando impulsada por el sector privado, mandatos estatales y preferencias de los consumidores. Una administración de Harris mantendría las políticas ambientales de Biden, mientras que Trump ha prometido revertir varias de ellas.

Para América Latina, fomentar la transición energética representaría una oportunidad para fortalecer los lazos comerciales con Estados Unidos y contrarrestar la creciente influencia de China, que ya ha realizado inversiones significativas en Sudamérica.

En cuanto a seguridad, tanto la candidata demócrata como el abanderado republicano aumentarán los esfuerzos de Estados Unidos por frenar la influencia de los cárteles de drogas, lo que requiere una mayor colaboración e intercambio de inteligencia con América Latina.

Sin embargo, una administración de Donald Trump podría mostrar menos interés en abordar problemas como la corrupción o el debilitamiento de instituciones democráticas en la región, temas que serían prioritarios bajo una presidencia de Kamala Harris.

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