La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) trabaja en un brazo mecánico que se puede convertir en la última línea de defensa ante la falta de ventiladores prevista para los próximas semanas en México.
Bramer -como fue nombrado- es un dispositivo automatizado para accionar un resucitador manual o bolsa autoinflable, instrumento médico de plástico que brinda ventilación a pacientes con dificultades para respirar por cuenta propia.
Canacintra propone utilizar estos aparatos conforme avance la propagación de la pandemia de coronavirus en el país, que hará que los hospitales se queden sin respiradores mecánicos en las próximas semanas, de acuerdo con pronósticos de especialistas.
Hasta el momento ocho empresas están listas para la fabricación del Bramer, con capacidad para ensamblar hasta 5,000 unidades por semana, según Francisco Anzures González, coordinador del proyecto en Canacintra.
El prototipo de los industriales, no obstante, aún requiere el visto de las autoridades sanitarias.
Para su evaluación existe la Comisión de Autorización Sanitaria, cuya principal función es la expedición de licencias, registros y todo tipo de permisos en materia de fabricación de insumos para los servicios de salud humana y ambiental.
De acuerdo con Anzures González, durante el proceso de desarrollo de Bramer estuvieron involucrados especialistas en el funcionamiento y tratamiento del sistema respiratorio que avalaron el dispositivo.
Sin embargo, personal médico del Sistema Nacional de Salud mexicano consultado por EL CEO pone en duda su eficacia para el tratamiento de los enfermos que requieren intubación por el coronavirus.
Daniel Pérez, especialista del Hospital de Infectología en La Raza, opina que el estado actual de desarrollo el Bramer parece rudimentario para tratar a personas con COVID-19.
“Es prácticamente imposible la implementación de este dispositivo en enfermos de coronavirus si no tiene la capacidad para conocer el volumen de oxígeno que se le debe suministrar a una persona en virtud de su talla, edad, y otros factores determinantes para un tratamiento adecuado”, dice el experto.
Hasta el 20 de abril se contabilizaban 533 personas intubadas, según datos de la Dirección Nacional de Epidemiología, aunque se prevé que ese número crezca exponencialmente los siguientes días.
Sustituto manual
El Bramer es un brazo mecánico que permite accionar el resucitador manual, un instrumento médico de primeros auxilios que funciona como una bolsa de aire conectado directamente a los pulmones.
“Lo que hicimos nosotros fue cambiar la mano del doctor por una palanca mecánica que apachurra el resucitador manual. Se puede regular en cuanto a velocidad, flujo y presión”, explica Anzures González.
Se trata de un equipo pensado como último recurso médico. “No para que de entrada le haga frente a la problemática, puede ser cuando haya escasez de ventiladores”, dice el directivo.
Alfredo Bonilla, diseñador del brazo detalla que sus principales componentes son: un motor para ventana de automóvil, así como una fuente de computadora y un potenciómetro. El costo de fabricación ronda entre los 40,000 y 45,000 pesos.
En cuanto a la parte mecánica, el Bramer puede ser fabricado con elementos de aluminio, hierro, acero o inclusive plástico. “Esa es la otra ventaja que tiene, se puede ensamblar en cualquier lugar”, dice Bonilla.
De acuerdo con los desarrolladores, en el diseño y pruebas del aparato participaron neumólogos, especialistas de medicina interna e inhaloterapia del sector público. Las pruebas del dispositivo incluyeron pulmones de un cerdo vivo.
“Una vez que lo apruebe la Ssa podemos empezar a fabricar hasta 2,500 equipos en cada taller”, complementa el diseñador industrial.
México reporta problemas para comprar equipamiento para enfrentar la pandemia que hasta el 21 de abril ocasionó 9,501 contagios confirmados y 857 defunciones en el país.
Pese a la escasez de respiradores mecánicos que persiste en prácticamente todo el mundo, expertos recomiendan evitar el uso del Bramer como medida de respuesta a la crisis sanitaria.
“Me parece que inclusive sería una cuestión de ética. No lo veo viable porque los resucitadores manuales se utilizan algunos minutos, no sirven para mantener con vida durante días a alguien”, concluye Daniel Pérez.
Se desconoce el número de ventiladores con los que cuenta el sistema de salud. A finales de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que había 5,000 en todo el país, por lo que ordenó la compra de 5,000 más a China y 10,000 a Estados Unidos. Pero tampoco se sabe cuándo llegarán.