Las Escuelas Nacionales de Estudios Superiores (ENES), que construye la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Querétaro y Yucatán presentan irregularidades presupuestales en la adjudicación de contratos y en la obtención de permisos para su edificación, encontró la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su más reciente fiscalización a la máxima casa de estudios.

Entre los hallazgos se encuentran montos no ejercidos por casi 70 millones de pesos (mdp) en el caso de la ENES Juriquilla, en Querétaro y un gasto superior en más de 72 mdp, a lo que se autorizó para la ENES Mérida -capital del estado de Yucatán- detalla el reporte de la ASF.

Para la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Juriquilla, Querétaro, el órgano encontró que de los 103 millones de pesos reportados como autorizados, modificados y pagados en la Cuenta Pública de 2018, solo se comprobaron 33.1 mdp.

Es decir, se registró una diferencia de 69.8 mdp entre lo autorizado y lo ejercido.

Al respecto, la UNAM respondió a la ASF en septiembre que previó usar más de 54 mdp del ejercicio 2018 para continuar con la construcción en 2019 y señaló que parte del monto faltante se utilizó para pagar pólizas y pago a prestadores de servicio.

En cuanto a la ENES Mérida, la inversión autorizada, modificada y pagada fue de 41.8 mdp, según la Cuenta Pública. Sin embargo, la UNAM autorizó internamente otros 165 mdp adicionales.

De ese monto, se utilizaron solo 114.4 mdp, “por lo que existe una diferencia de 72.6 mdp respecto a las cifras entregadas en la Cuenta Pública 2018”, determinó la ASF en su informe.

Contrataciones indebidas

La ASF alertó sobre un probable daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal por 306,240 pesos en un contrato de servicios a precio alzado en la ENES Méridda.

El contrato, realizado el 9 de abril de 2018 entre la Dirección General de Obras y Conservación de la UNAM y ACSV, Grupo Consultor Internacional, estipulaba a la empresa como responsable del desarrollo e integración de los Términos de Referencia para cuatro contratos de obra pública y servicios.

Los cuatro contratos que debería desarrollado e integrado ACSV se formalizaron el 22 de marzo de 2018. Es decir, dos semanas antes de que la UNAM firmara el contrato con ella.

Adicionalmente, la ASF encontró irregularidades por 221,514 pesos por diferencia entre los volúmenes de obra estimados, pagados y ejecutados en dos contratos de la ENES Juriquilla.

El primero, para la colocación de un barandal metálico que tuvo como contratista a la empresa General de Proyectos y Mantenimiento, SA de CV, se registró un sobrecosto por casi 180,000 pesos.

En el segundo contrato, entre la empresa KONE México, SA de CV y la UNAM, se encontraron diferencias por 41,823 pesos por una mala estimación del volumen de una tubería, encontró la ASF.

Para realizar su reporte, la ASF contempló cinco contratos de obra pública en cada uno de los proyectos, con lo que obtuvo una muestra de 125.3 millones de pesos (84.9% de lo reportado como ejercido en estos rubros durante el año pasado).

Construcciones ‘chuecas’

Para la construcción de estas ENES, la UNAM no se sometió a las autorizaciones medioambientales o de construcción vigentes en el país, detalló la ASF.

En Juriquilla, la máxima casa de estudios comenzó la construcción sin haber tramitado su autorización en Materia de Impacto Ambiental, ni tampoco tuvo en cuenta los estudios de ingeniería para hacer los cimientos del edificio, consideró la ASF.

En el caso de Mérida si se comprobó la existencia de la Manifestación de Impacto Ambiental – entregada por las autoridades locales –. Sin embargo, no existen pruebas de que la UNAM hiciera caso de las consideraciones realizadas en el documento.

Además, ni en Querétaro ni en Yucatán se demostró la existencia de un Director Responsable de Obra.

En proceso de elegir rector

Los hallazgos de la ASF se hacen públicos en momentos en los que la máxima casa de estudios se prepara para elegir a su próximo rector.

Desde este lunes, la Junta de Gobierno de la UNAM entrevista a los aspirantes al cargo. Se prevé que en esta semana se defina a quien ocupará el cargo durante los próximos cinco años.

Los contendientes al cargo son Angélica Cuéllar Vázquez, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Pedro Salazar Ugarte, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas y Enrique Graue Wiechers, rector de la UNAM desde 2015 que busca la reelección.

El Plan de Desarrollo Institucional de la UNAM 2015-2019 – impulsado por la administración de Graue – contempla la creación de más ENES para fortalecer la educación superior y la presencia de la universidad al interior del país.

Durante su gestión, en 2017, se aprobaron las ENES de Mérida y Juriquilla.