La aprobación de la reforma eléctrica dependerá principalmente del número de diputados que asistan a la sesión, ya que si solo acudieran 251 en lugar de los 500 que conforman la Cámara de Diputados, se requerirían solo 167 votos.

Es decir, Morena no requeriría la aprobación de otros partidos.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 135 que para realizar una reforma constitucional se requieren las dos terceras partes de los votos de los legisladores que estén presentes en la sesión.

Partiendo de que el pleno esté lleno y de que asistieran los 500 diputados, se requerirían 334 votos.

Si asisten los 500 diputados, Morena y PT y el Partido Verde no juntarían esos 334, pero tampoco la ley dice que lo que les falte puede ser de un solo grupo parlamentario. De tal forma que para llegar a los 334, Morena podría buscar votos de Movimiento Ciudadano, del PRI e incluso votos del PAN

dijo un consultor político que pidió el anonimato. 

Para que una sesión se pueda llevar a cabo debe haber 251 diputados presentes, porque es la mitad más uno del pleno. En caso de que en la sesión para aprobar la reforma eléctrica solo hubiera 251 diputados, solo se requerirán 167 votos, es decir, dos terceras partes (66.5%).

“El secreto (para aprobar la reforma) no solo está en que junten los votos, sino en que no vaya gente a la sesión, ya que si asisten 251, se requiere que dos terceras partes lo aprueben”, explicó la fuente.

Lo mismo sucede en el Senado de la República, donde son 128 senadores, y se requiere el voto de dos terceras partes de los presentes en la sesión (84 votos).

Una vez que se aprueba en la Cámara Alta, la reforma constitucional debe aprobarse en congresos locales de 17 estados.

¿Qué debe aprobarse?

La iniciativa busca reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tome el control del sistema eléctrico nacional y limite la participación de empresas privadas.

A su vez, pretende que la CFE participe con el 54% de la generación eléctrica y los privados con el 46% restante, y que tenga prioridad en el despacho de energía.

La reforma se encamina a desaparecer a las comisiones Reguladora de Energía (CRE) y Nacional de Hidrocarburos (CNH), así como a algunas subsidiarias de CFE.

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Por otra parte, propone que la CFE absorba las funciones del Centro Nacional de Energía (Cenace) con lo cual se convertirá en e operador del sistema eléctrico nacional.

De aprobarse, la reforma eliminaría los permisos que la CRE dio en el sexenio pasado a las empresas privadas para que se conecten a la red, así como los Certificados de Energía Limpia (CEL) porque dan ingresos 45% adicionales a los privados, según la CFE.

Por otra parte, la propuesta establece la explotación del litio como una actividad exclusiva del Estado mexicano, para que las empresas extranjeras ya no obtengan concesiones para llevarse el mineral.

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