En 2021, las filas del ejército y la marina en México serán históricas.

Para combatir la ola de violencia e inseguridad que azota al país desde hace dos sexenios, el presidente Andrés Manuel López Obrador apostó por la Guardia Nacional, un nuevo cuerpo encargado de prevenir y combatir los delitos.

La nueva corporación se integrará por miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), de la Secretaría de la Marina (SEMAR), de la Policía Federal (PF), pero también por el reclutamiento masivo de elementos civiles, especialmente jóvenes.

En el Plan Nacional de Paz y Seguridad se proyecta incorporar en un periodo de tres años hasta 50,000 nuevos elementos jóvenes a la Guardia Nacional. El plan arrancó este 2 de enero, cuando los secretarios de la Defensa Nacional, General Luis Cresencio Sandoval González, y de la Marina, almirante José Ojeda Durán, convocaron a jóvenes de entre 18 y 30 años para que se sumen al cuerpo castrense.

De lograrse tal afiliación, los recursos humanos de la SEDENA y la SEMAR alcanzarían el mayor número de enlistados desde 1995 -el primer registro que se tiene del total de efectivos-, al ascender a 319,738.

Actualmente, según las últimas estadísticas nacionales del sexto informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto, los recursos humanos de ambas secretarias suman 269,738.

Además, los 50,000 reclutas que en tres años ambiciona la nueva administración también representan el 20% del total de los elementos en activo, que hasta junio de 2018 sumó solamente la Secretaría de la Defensa Nacional, igual a un porcentaje de crecimiento de 6.6% anual.

Si bien la cifra sería histórica en el país, el aumento en el cuerpo castrense aún sería mínimo en comparación con el total del personal activo de las tres principales fuerzas militares a nivel mundial, de acuerdo con el Ranking de fuerza militar 2018 de Global Firepower.

  • Estados Unidos: un millón 281,900 elementos
  • Rusia un millón 013,628 elementos
  • China: dos millones 693,000 elementos

De acuerdo con el mismo ranking, México ocupa la posición global 32 de las 136 que enlista la plataforma;  en América Latina el país se encuentra en segundo lugar, tan sólo por debajo de Brasil.

Desde noviembre que se planteó en el Plan Nacional de Paz y Seguridad, la consolidación de la Guardia Nacional, organizaciones de la sociedad civil y legisladores de oposición a Morena rechazaron la propuesta al considerar que el plan “militariza al país”, pues este descarta un fortalecimiento de la policía local y deja en manos del ejército el mando de la Guardia Nacional.

Además insisten en dudar del desempeño de las fuerzas armadas en el respeto a los derechos humanos.

Apenas el 20 de diciembre, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa con modificaciones, entre las que destaca que sólo durante los primeros cinco años del sexenio, la SEDENA tenga el control de la Guardia Nacional.

La discusión de la iniciativa y su posible aprobación se aplazó hasta el 16 de enero.

Las bajas, resultado de la guerra contra el narcotráfico

Por otro lado, el aumento de las filas castrenses también daría un respiro a estas corporaciones.

Datos obtenidos vía trasparencia, de la Dirección General de Personal de la SEDENA, refieren que desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y a 31 de octubre de 2018, el ejército mexicano ha perdido 176,220 elementos por causas como el retiro, mala conducta, deserción, defunción, por haberla solicitado y por haber cumplido la edad límite para permanecer en activo.

El retiro es la principal causa de las pérdidas que sufre el ejército mexicano.

Los años en que se tienen registradas más bajas (2006, 2007 y 2008) coinciden con el inicio de la llamada guerra contra el narcotráfico, que inició Calderón Hinojosa el 11 de diciembre de 2006, y que también fueron los años en que arrancó el incremento de homicidios dolosos en el país.

De hecho, en 2010, la Sedena incorporó la “desaparición” como otra causa de baja. Hasta octubre de 2018 suman 242 militares desparecidos.

La Secretaría de Marina unicamente da cuenta de las bajas de su personal naval desde 2015 y hasta el 31 de marzo de 2018, por un total de 5,269, por las mismas causas que la Sedena.

Por otro lado, EL CEO también accedió al listado del Personal fallecido en aplicación de la Campaña Permanente Contra el Narcotráfico.

Según las cifras de la Sedena, desde el 2006 al 1 de diciembre de 2018, un total de 543 militares han muerto por eventos relacionados por la guerra contra el narco. Por ahogamiento, accidentes automovilísticos y aéreos, agresiones con arma de fuego, ejecuciones, atropellamientos, deshidratación y por golpe de calor.

El año con mayor cantidad de militares muertos fue 2010, con un total de 89 elementos.

Los estados más mortíferos para las filas castrenses son Tamaulipas, Michoacán, Sinaloa, Nuevo León, Veracruz y Guerrero.