Bien dicen que del “te amo” al “te odio”  tan solo hay un intento de compra hostil y finalmente la historia de amor entre Twitter y Elon Musk llegó a su fin… o todo lo contrario. 

En palabras del abogado de Musk, Mike Ringler, la oferta de adquisición por 44,000 millones de dólares sería retirada toda vez que Twitter no fue capaz de cumplir con sus obligaciones, haciendo referencia a la depuración de las cuentas bot:

Twitter no ha proporcionado la información que el Sr. Musk ha solicitado durante casi dos meses, a pesar de sus reiteradas y detalladas aclaraciones destinadas a simplificar la identificación, recopilación y divulgación de la información más relevante buscada en las solicitudes originales del Sr. Musk por parte de Twitter

Sin embargo, toda historia tiene dos versiones y hasta ahora solo conocíamos la versión de Musk (irónicamente) vía Twitter señalando que la empresa no había sido capaz de generar transparencia respecto de los tan temidos bots; sin embargo, el 12 de julio de 2022, Twitter “rompió el silencio” presentando una demanda contra Elon R. Musk, X Holdings I, Inc. y X Holdings II, Inc. 

En el documentos se lee que en abril de 2022, Musk firmó un acuerdo de fusión vinculante con Twitter, prometiendo hacer todo lo posible para que el acuerdo se llevará a cabo; sin embargo, menos de tres meses después, no solo se negó a cumplir con sus obligaciones para con Twitter y sus accionistas porque el acuerdo que firmó ya no servía a sus intereses personales después de haber montado un espectáculo público (según consta en la demanda), sino que aparentemente Musk cree que es libre de cambiar de opinión, destrozar a la empresa, interrumpir sus operaciones, destruir el valor de las acciones y simplemente… alejarse sin enfrentar las consecuencias.  

En este orden de ideas, Twitter acusa a Musk de de haber ensombrecido a la empresa y, por ello, los accionistas decidieron tomar esta acción con el fin de forzarlo a dar cumplimiento a sus obligaciones legales que se traducen, simple y llanamente, en la consumación de la fusión porque al parecer del trato original, quedan pocas condiciones pendientes de cumplimiento.

¿Se aprovechó Musk de Twitter?

Twitter señala que Musk se aprovechó de ellos de diversas maneras y, como ejemplo, menciona que abrió una cuenta con ellos en 2009 y su presencia en la plataforma es omnipresente ya que cuenta con más de 100 millones de seguidores, es decir una de las más seguidas en Twitter, y que no obstante ello ha sugerido la posibilidad de crear una empresa competidora de Twitter. 

Casi desde el inicio de esta aventura entre Twitter y Elon Musk, los analistas señalaron que tenía los tintes de una compra hostil y, al parecer, no estaban errados, ya que Twitter menciona en la demanda que el precio de compra planteado por Musk fue de 54.20 dólares por acción en efectivo para dar un total de 44,000 millones de dólares sobre la base de “lo tomas o lo dejas” (en palabras de los abogados).

Pero, una vez que se firmó el acuerdo de fusión, el mercado cayó y las acciones de Tesla, el ancla de su riqueza personal, disminuyeron en más de 100,000 millones de dólares desde su máximo registrado en noviembre de 2021. Esto a su decir, habría empujado a Musk a abandonar el trato y trasladar las pérdidas a los accionistas de Twitter.

Para acreditar lo anterior los abogados de Twitter señalan que esto se encuentra en consonancia con las tácticas que ha desplegado Musk en contra de la empresa y sus accionistas cuando comenzó a acumular una participación no revelada y siguió aumentando su posición sin las notificaciones requeridas. 

Musk buscó generar inestabilidad

Los abogados también señalan que Musk comenzó a partir de enero de 2022 a comprar acciones en Twitter y para el 14 de marzo del mismo año, había acumulado secretamente una posición sustancial. Vamos, hasta incluyeron en la demanda screenshots de varios tweets de Musk mediante los cuales buscó generar inestabilidad para la empresa.

En pocas palabras, lo que nos dicen los abogados es que lo que ha prevalecido es (en tiempo real) un desprecio por Elon Musk hacia el bienestar de Twitter cuando, en teoría, debería haberla protegido como su inminente administrador.

En la demanda contra Musk hay drama por todos lados, por ejemplo “la estrategia de salida de Musk es un modelo de hipocresía”. Una de las principales razones que Musk citó el 31 de marzo de 2022 para querer comprar Twitter era librarla del “crypto spam” que consideraba una gran plaga en la experiencia del usuario, pero cuando el mercado bajó, Musk cambió su narrativa exigiendo repentinamente la verificación de que el spam no era un problema grave en la plataforma alegando la necesidad de llevar a cabo una debida diligencia a la que había renunciado expresamente.

Al parecer la estrategia de Musk se encuentra fundamentada en un modelo de mala fe ya que mientras pretende ejercer el derecho que tiene para acceder a la información para consumar la transacción, ha trabajado furiosamente” de manera paralela para demostrar que la empresa que prometió comprar y no desprestigiar, ha realizado tergiversaciones materiales sobre su negocio a los reguladores inversores.

Los argumentos de Musk

  • Musk invocó tres argumentos para la rescisión del acuerdo:
  • El supuesto incumplimiento de los pactos de intercambio de información y de cooperación
  • Las supuestas representaciones materialmente inexactas en el acuerdo de fusión que supuestamente son razonablemente probables de resultar en un efecto material adverso de la compañía (signifique lo que signifique)
  • El supuesto incumplimiento del pacto de curso ordinario mediante el despido de ciertos empleados, la ralentización de la contratación y la falta de retención del personal clave 

¿Qué le exige Twitter a Elon Musk? 

Simple y sencillamente una reparación del daño que consistiría en ordenar a Elon R. Musk, X Holdings I, Inc. y X Holdings II, Inc. que cumplan con sus obligaciones en virtud del acuerdo de fusión en los términos del acuerdo de fusión, es decir, que desembolsen los 44,000 millones de dólares.

Después de leer la demanda las preguntas son inevitables.

¿Musk tuvo la intención de comprar Twitter o el acuerdo fue la herramienta para sangrar a la compañía para adquirirla mediante una compra hostil a un precio inferior al pactado?

¿Esto fue un acto de corrupción corporativa a cargo de Musk? 

Mientras estas preguntas, y la demanda misma se resuelven, necesitamos entender que la compra de Twitter nos debe interesar a todos debido a que ha obligado a reestructurar la interacción tradicional entre empresas, gobiernos, políticos y los mortales y a eso lo vamos a llamar “comunicación política 2.0”  

Twitter es tan importante que nadie puede evadirse de su uso o de su impacto ya que su estructura es de uso simple, es inmediata, es vanguardista, obliga a mejorar constantemente a los portavoces, es una herramienta bidireccional, genera comunidad y es un termómetro social que ha sido definido por no pocos autores como un gran estudio de mercado en tiempo real y a escala global.

La influencia de Twitter puede ser tal que el expresidente Donald Trump daría su mano derecha por recuperar su cuenta para arrojar el cerillo que se le quedó entre los dedos.

“Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro”

George Orwell.