El reciente nombramiento de Emilia Esther Calleja Alor como titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para el sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo ha sido una sacudida para la estructura del sector energético, dejando claro que la ratificación de cargos de los colaboradores de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no es una opción viable.

Esto quedó claro cuando se tocó a Manuel Bartlett Díaz, quien hasta hace poco parecía ser el candidato favorito para repetir en su puesto al frente de la empresa eléctrica.

Desde Palacio Nacional se aseguraba que López Obrador le había prometido la continuidad en el cargo, pero la realidad parece haber impuesto otras prioridades.

Octavio Romero Oropeza, actual director de Petróleos Mexicanos (Pemex), no es ajeno a este mensaje; es plenamente consciente de que Bartlett gozaba de mejores oportunidades para repetir su cargo, esto por su peso político y la situación financiera de CFE, que no se parece en nada a la de Pemex, al menos por el momento.

Para Pemex, las próximas semanas traerán una tormenta aún más severa debido a su abrumadora deuda con proveedores, lo que desestabilizará aún más la ya frágil economía de la empresa.

Se espera que en las próximas semanas Claudia Sheinbaum revele el tan esperado plan a largo plazo para el sector energético, acompañada por Luz Elena González Escobar, quien asumirá la Secretaría de Energía, así como por Emilia Esther Calleja Alor en la CFE y quien esté como titular de Pemex.

Martí Batres, le pide a  Claudia Sheinbaum un buen lugar

Mientras tanto, en la Ciudad de México, una tormenta política de menor escala se ha gestado.

Se sabe que Martí Batres Guadarrama, actual jefe de Gobierno de la capital, ha puesto los ojos en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), pero Sheinbaum no está del todo conforme en nombrarlo.

La confrontación incluso ya se vio porque se esperaba que el lunes 12 de agosto se diera a conocer su nombramiento para otra institución del gabinete ampliado, y Batres no acudió porque ha dejado claro que su interés reside en el sector de vivienda, como mínimo.

Este movimiento de Batres es un recordatorio de su peso político dentro de Morena, muchos le atribuyen haber mantenido la Ciudad de México bajo control un sexenio más gracias a su habilidad y estrategia, esto después de una campaña desastrosa por parte de Clara Brugada Molina.

La pregunta ahora es si otros gobernadores morenistas salientes seguirán su ejemplo, buscando afianzar su influencia en sectores clave dentro del gabinete de la científica.

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