El 13 de noviembre, el gobierno de Claudia Sheinbaum presentó con bombo y platillo la segunda parte del Plan Nacional de Energía enfocada en rescatar las finanzas de Pemex y reactivar su producción. Sin embargo, detrás de las promesas de rescate, la bomba de tiempo sigue activa: la deuda millonaria que Pemex arrastra con sus proveedores.
Con 20,000 millones de dólares pendientes al cierre de septiembre de 2024, esta deuda asfixia a diferentes empresas, especialmente en el sur-sureste de México, donde dependen de la petrolera para sobrevivir.
Para la administración de Sheinbaum, esta deuda ha resultado ser una herencia más incómoda de lo esperado. Aunque Víctor Rodríguez Padilla, el nuevo director de Pemex, aseguró en conferencia matutina que ahora sí habrá una “estricta” gestión para cumplir con los pagos, el anuncio no trajo ni detalles ni plazos, dejando al sector energético con más dudas que certezas.
Según empresarios del sector —que prefirieron mantener el anonimato— las promesas son poco convincentes sin un plan concreto: las promesas de otros “rescates” ya se han escuchado antes, pero las deudas solamente han crecido, mientras Pemex deja a sus proveedores en la cuerda floja.
No es la primera vez que se habla de rescates para la petrolera; administraciones anteriores también prometieron ajustes, que al final solo resultaron ser parches temporales.
Esta vez, Rodríguez Padilla afirma que la Secretaría de Hacienda tendrá un papel clave en la “estricta” gestión de los pagos. Sin embargo, el escepticismo persiste: no hay detalles específicos, y las deudas continúan acumulándose sin solución a la vista, especialmente en entidades como Campeche y Tabasco, donde las finanzas locales dependen del cumplimiento de estos compromisos.
El contexto no es favorable. Según fuentes del sector privado, la desesperación de Pemex por mejorar su balance financiero ha generado ideas extremas. Se corre la voz que, ante la falta de liquidez, los trabajadores de las empresas podrían tomar puentes y caminos estratégicos— especialmente en estados como Campeche.
Los rumores sobre una reestructuración de activos han encendido las alertas: las pequeñas y medianas empresas de la región, muchas de las cuales dependen casi exclusivamente de Pemex, temen que cualquier ajuste drástico se traduzca en una cadena de quiebras que afecte no solo al sector, sino a la economía local en su conjunto.
Como anillo al dedo
A quien definitivamente no le cayó como anillo al dedo la ratificación de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos fue a Claudia Sheinbaum.
La mandataria no solamente evitó expresar respaldo alguno en la conferencia matutina, sino que, según fuentes cercanas, esta decisión le ha quitado el sueño.
Y no es para menos: la ratificación llega en un momento delicado para el país, con una crisis de derechos humanos en varios frentes, y, para colmo, deja en evidencia que la presidenta no cuenta con el apoyo unánime en el Legislativo. Se sabe que el principal impulsor de la permanencia de Piedra Ibarra fue Adán Augusto López, lo que, en términos políticos, constituye un golpe estratégico en el entorno de la presidenta.
Desde los pasillos de Palacio Nacional, ya se murmura sobre una primera fractura visible en el “segundo piso” de la Cuarta Transformación.
Alianza para impulsar proyectos México-EU
El Instituto de Comercio Exterior de los Estados Unidos (USFTI) ha seleccionado a la firma de banca de inversión OSN Capital, que encabeza en México Eric Jonsson, para formar una alianza estratégica con el objetivo de fomentar inversiones, así como para buscar un mayor intercambio comercial entre ambos países, a través de nuevas empresas participantes.
En el caso concreto de México se busca aprovechar la oportunidad de la relocalización de empresas o nearshoring, que está generando grandes oportunidades de inversión a nivel global.
El USFTI es liderado por George Alessandri desde 1995 y cuenta con amplia experiencia en el ámbito internacional de negocios, al tener presencia en 40 países. Su objetivo es promover el comercio y la inversión internacional, así como programas educativos en inteligencia avanzada.
La alianza entre el USFTI y OSN Capital significa una importante sinergia enfocada en sectores de ambos países como el de infraestructura, tecnología, comunicaciones, energía, y biomedicina, entre otros.
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