El presidente de la Reserva Federal (Fed) fue contundente en Jackson Hole. A diferencia del error cometido hace un año al emitir un juicio de valor de que la inflación sería transitoria, ahora su intervención la ajustó a que la lucha contra la inflación debe ser permanente. 

Jerome Powell suele dar al mercado financiero lo que quiere, pero sin renunciar a lo que la propia Fed busca. Sabe usar las palabras, el tono y cómo dirigirse a los inversionistas, normalmente transmitiendo calma, pero con mano firme.

Esto es, cumple con lo recién declarado por el presidente del Banco Internacional de Pagos, Agustín Carstens, de que es muy importante que los bancos centrales hagan saber a las personas qué está pasando. 

Incluso, aunque el mensaje fue general para todos los actores involucrados en el sistema financiero global, Banco de México (Banxico) debe tomar acuse de recibo de las lecciones mencionadas por Powell. 

El funcionario estadounidense se mostró duro e inflexible respecto al tema de la lucha del banco central contra la inflación. La responsabilidad de los bancos centrales de lograr la estabilidad de precios es incondicional.

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Advirtió que una de las lecciones más relevantes es que la evidencia empírica histórica ha sido muy clara, una relajación prematura en el endurecimiento monetario nunca traerá resultados favorables. 

Estabilidad de precios tomará tiempo

No hay duda de la firme voluntad de la Fed de seguir aumentando la tasa de interés de fondeo, incluso a pesar del riesgo de frenar en exceso la economía estadounidense. Esto implica otra de las grandes lecciones aprendidas en la historia de la política monetaria: seguir hasta que el trabajo esté hecho. 

Así, Powell insistió que la historia demuestra que es peligroso aflojar el paso antes de tiempo y que devolver la estabilidad de precios a la economía tomará tiempo. Esto debe de servir de lección a Banxico, después del ligero tono dovish en su último comunicado de prensa.

En las últimas minutas de Banxico se empieza a hablar de que los niveles actuales de tasas de interés podrían estar mermando la actividad económica. Lo que Powell comenta es que esas preocupaciones deben desterrarse. La subida de tasas tendrá un costo importante en las empresas y familias, implica sacrificios, pero es peor actuar de forma tibia. 

La última lección relevante es que cuanto más se prolongue la actual tendencia de alta inflación, mayor será la posibilidad de que las expectativas de una mayor inflación se afiancen. 

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La prioridad: controlar inflación

Lo que se busca es enfriar la economía para que las presiones inflacionarias no se arraiguen. Powell intenta avisar al público y a los mercados de que debemos prepararnos para un deterioro en algunos indicadores económicos. Esto es necesario. Se busca un aterrizaje suave, pero nada garantiza que se logre. 

La prioridad es controlar la inflación. Nadie dijo que sería fácil y que implicaría bajos costos. Lo peor es la complacencia. Los objetivos deben ser muy claros. 

Cómo inició Powell su discurso en Jackson Hole, así debería de ser la próxima comunicación de la Junta de gobierno de Banxico, “mi mensaje será más corto; mi foco más estrecho; y mis palabras, más directas: situar la inflación en nuestro objetivo del 3.0%”. 

Banxico no solo debe seguir el paso de la Fed sobre las magnitudes de alzas de tasa de interés, sino también en la visión que tienen con el actual compromiso arraigado de controlar la inflación.

 

*James Salazar Salinas es subdirector de análisis económico de CI Banco. Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor.