Lejos de la disputa entre el gobierno federal y el estatal de Nuevo León de la paternidad del acuerdo de inversión de Tesla en México, el verdadero cabildeo y labor de conocimiento, y convencimiento, del equipo de Elon Musk vino del poderoso sector corporativo e industrial de Monterrey, y en especial de Armando Garza Sada, presidente de Alfa, que mediante su subsidiaria Nemak es uno de los proveedores más importantes de Tesla en estructuras y monoblocks de aluminio que son una parte esencial para aligerar el peso de las unidades eléctricas, y que incluso ha desarrollado varias patentes internacionales. Y si de méritos reales se trata se debe de reconocer al empresario que gracias a las relaciones de negocios con Tesla comenzó a promover Nuevo León como un destino atractivo, pero esto no fue fácil ni inmediato porque se necesitaron cerca de dos años para que el propio Elon Musk conociera, primero por video, las características económicas e industriales de Nuevo León. Otro de los empresarios mexicanos muy activo en el cabildeo fue Eugenio Madero, director de Rassini que también es uno de los proveedores estrella de Tesla específicamente en sistemas de freno.
Becker, un pendiente
Daniel Becker está en la recta final de su mandato como presidente de la ABM, y hay un gran pendiente que hereda a su relevo Julio Carranza quien por cierto habría tenido serias diferencias con Banorte al momento de conformar la presidencia ejecutiva y las vicepresidencias del gremio, y se trata del modelo de resolución de controversias con deudores, personas físicas y morales, ante la ausencia de los tribunales especializados que la banca lleva años esperando para mejorar todos sus tardíos litigios donde brilla por su ausencia la certeza jurídica. Y hasta donde se sabe Becker dejo muy avanzadas todas las negociaciones con los involucrados en la propuesta de que mediante contratos mercantiles se trate de lograr un acuerdo de pago entre las partes antes de llegar a tribunales. Veremos si Carranza es capaz de anotar y aprovechar el pase que deja Becker a metros de la portería.
IPN, muy sucio
Vaya que en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), de Arturo Reyes Sandoval, tienen mucho que revisar en cuanto a compras, pues luego que se detectaron irregularidades procesales se suspendió la adquisición de servicios de limpieza IA-11-B00-011B00001-N-90-2023, el Órgano Interno de Control captó una denuncia en que se señalan requisitos por encima del Contrato Marco para los servicios de jardinería y fumigación. Una de las muestras es la comprobación de habilidades que no corresponderían a la actividad; además de solicitudes que limitan a 60 días la expedición de inspecciones en seguridad e higiene, con lo que sobrepasarían las disposiciones de la NOM-10-STPS-2014. A los argumentos sobre candados que coartarían la participación se añadieron los análisis de biodegradabilidad de una serie de productos, que les sería imposible conseguir a tiempo de la presentación de propuestas justo hoy lunes 6 de marzo, pues la respectiva convocatoria fue publicada después de las 21:00 horas del pasado viernes 24 de febrero, y los laboratorios con respaldo de la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) tardan de 20 a 30 días en emitir los resultados. Varias voces aseguran que existe afinidad entre el director de Recursos Materiales e Infraestructura, José Alonso García, y el llamado ‘rey de la limpieza’, José Juan Reyes Domínguez, quien estaría vinculado a firmas como Comercializadora Morelos Servicios y Sistemas Institucionales, Tecnolimpieza Delta, Joad Limpieza y Servicios, además de Grupo Relissa Servicios Corporativos, entre otras.