Al rescate de Unifin que alista el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, le jugó a favor el paro de labores de los trabajadores del Poder Judicial que comenzó en agosto pasado y que continúa vigente, en protesta a las reformas del ‘Plan C’ de Morena.
Y es que las impugnaciones que recibió el convenio concursal dictado el 26 de enero de este año por la Jueza Primera de Distrito especializada en Concursos Mercantiles, Olga Borja Cárdenas, continúan en stand by, sin fecha para que los procesos avancen.
En términos concretos, el Tribunal de Apelación todavía no resuelve en definitiva si el convenio concursal cumple los parámetros legales para que continúe surtiendo efectos, aunque al día de hoy, la sentencia es válida para los acreedores que se adhirieron al convenio.
Hablamos de las apelaciones presentadas por Credit Suisse, GM Financial, Banco Azteca (como fiduciario del Fideicomiso 1253 “Baz Fiduciario”), ciertos tenedores de Cebures y el Banco Keb Hana.
En las impugnaciones se advierte que la sentencia dictada por la jueza Borja Cárdenas es ilegal, ya que no le dio el mismo tratamiento a todos los acreedores y que The Bank of New York Mellon carecía de facultades para votar el convenio.
Por lo pronto, el secretario Ramírez de la O ha movido sus fichas para que Nacional Financiera (Nafin) y el Banco Nacional de Comercio exterior (Bancomext) rescaten a Unifin, a pesar de que la arrendadora ya no es sujeta a un crédito de la banca de desarrollo.
El futuro de la prestamista no bancaria, sin embargo, continúa en el aire… Si el Tribunal determina que no se cumplen las condiciones para que el convenio concursal surta efectos, cualquier acreedor, en todo caso, puede demandar la quiebra de Unifin.
BMV y BIVA… la canibalización
La decisión de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) de ajustar los los aranceles que cobra por la negociación de valores tendrá un impacto limitado en los resultados del grupo.
Para la BMV esa pérdida no es tan significativa, pues representa alrededor del 2% de sus ingresos anuales. Además, el centro bursátil compensará esa afectación subiendo costos en la Contraparte Central de Valores (CCV) y el Depósito Central de Valores en México (Indeval), los negocios de administración de riesgos, compensación y liquidación de operaciones, y de custodia de valores del grupo.
Esta semana la BMV dio a conocer que el ajuste tendría una afectación real de entre 90 y 110 millones de pesos en los ingresos totales del grupo. La medida es una respuesta a la estrategia de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), que en su desesperado intento por subsistir ha abaratado sus servicios para ‘robar’ clientes a su competencia.
De ahí que en años recientes varias emisoras han elegido a la bolsa que lidera María Ariza para hacer colocaciones, que pasan sin cuestionamientos a pesar de que se han detectado malos manejos administrativos de algunas de estas empresas.
Jorge Alegría presenta plan de trabajo
A la par del anuncio del ajuste a las tarifas, esta misma semana el CEO de la BMV, Jorge Alegría, presentó formalmente su plan de trabajo ante el consejo de administración del grupo, lo que originalmente estaba previsto que sucediera en julio.
En la reunión, Alegría auguró un panorama desalentador.
El nuevo director general de la BMV no espera nuevas ofertas públicas de acciones en el corto plazo, ni ve que los cambios a la Ley del Mercado de Valores lograrán sacar al mercado bursátil del país de la sequía en la que se encuentra.
Su plan estará enfocado en reforzar el débil Mercado Mexicano de Derivados (MexDer), los servicios post-trade y el mercado electrónico de bonos, así como reforzar otras divisiones del Grupo BMV.
Más de lo mismo, según se comenta en el gremio.
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