La correduría internacional Morgan Stanley dejó muy clara su preferencia por la economía mexicana y las nuevas oportunidades de negocios que puede brindarle, y es que coloca a México como el país número uno de la región superando a Brasil.

Y el mercado bursátil es uno de los principales indicadores que retratan el optimismo de Morgan Stanley, y justo la semana pasada circuló un amplio reporte donde fijó en 65,000 unidades el objetivo del índice bursátil para 2024, desde los 51,000 puntos actuales, que representaría un aumento potencial de 32% en pesos y de 30% en dólares, apoyado por una expectativa de crecimiento promedio de las ganancias en dólares de las emisoras de 4% en 2024 y de 12% en 2025.

Para Morgan Stanley el principal argumento de su apuesta se llama nearshoring y el creciente papel de México en el sector manufacturero mundial, aunque reconoció que la política también importa refiriéndose al proceso electoral del próximo año, y sin inclinarse por alguno de los candidatos visibles, anticipa que saldrían a escena diversas versiones de la política centrista, pero este factor sería secundario frente a las expectativas de la relocalización de cadenas productivas que provocan un aumento de las exportaciones nacionales e inversión en infraestructura.

Más bien anticipa que el mercado pondrá especial atención en las perspectivas y el sentido de urgencia de la política energética, y después a los riesgos por el austero modelo fiscal del país.

El banco estadounidense estima que las exportaciones manufactureras avancen 35% entre 2022 y 2027,  apuntalando la demanda de mano de obra, electricidad, y parques industriales que aumentarían los precios e incentivarían nuevas inversiones. ¿Y cuáles son las emisoras favoritas de Morgan Stanley? Fibra Prologis, Vesta, Banorte, OMA, Cemex, GCC, Kimberly Clark, Femsa y Walmart.

Tropezón de Covalto

El año pasado se anunció con bombo y platillo que el banco digital mexicano Covalto debutaría en el mercado electrónico Nasdaq gracias a la fusión con el fondo LIV Capital Acquisition II, y además recibiría una inyección de 60 millones de dólares, pero este proceso se fue retrasando poco a poco.

Primero se había estimado para el primer trimestre de 2023 y posteriormente hasta 2024, y debido a que Covalto no cumplió con las metas de cartera y otros parámetros financieros, ambas partes decidieron cancelar los planes y así se frustra la ansiada llegada de un neobanco a las grandes ligas bursátiles de Estados Unidos a través del modelo SPAC, y deja sobre el resto de los participantes del negocio bancario digital una advertencia de que sus ambiciosos planes tendrán que esperar más tiempo de lo prometido para madurar.

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