#InformaciónConfidencial: Iberdrola, aquí seguiremos
Aunque la española Iberdrola no ha salido a desmentir las versiones de su salida de México, el asunto subió hasta la propia Mañanera del Pueblo, donde la presidenta Claudia Sheinbaum dijo desconocer la noticia porque la empresa misma le había comentado días antes sus planes en el país.
Lo que ya trascendió, pese a que se dice que es una información estrictamente confidencial, es que el nuevo socio de Iberdrola en México será Alom, un fondo de inversión especializado en infraestructura y energía que dirige Eduardo Ramos de la Cajiga, y que ya presentó una oferta no vinculante para adquirir 49% de los activos de generación de energía a través de una Fibra E.
Además, Alom se compromete a financiar su parte proporcional de la inversión de capital necesaria para respaldar el plan de crecimiento de Iberdrola en energías renovables hasta 2028, recursos que pretende obtener con la combinación de deuda y capital, por que busca inversionistas que tengan interés en participar en este tipo financiamiento.
Morgan Stanley, que es el asesor financiero, ya visitó a varias Afores, pero al parecer el periodo de vacaciones restó el interés de la operación que se estima estaría lista en septiembre de este mismo año. La valuación inicial del 49% de la participación no controladora se estimó en 2,192 millones de dólares, y en 4,750 millones de dólares el valor total de la compañía.
¿Nuevo negocio?
Fibra Uno debería pensar en fortalecer, o incluso escindir, sus actividades de construcción que han sido clave para la expansión geográfica del fideicomiso que hoy es el más grande de Latinoamérica.
Y es que recientemente el propio Gonzalo Robina, director general adjunto de Fibra Uno, reconoció que tuvieron que rechazar una solicitud de Walmart de México y Centroamérica para que le construyeran 100 tiendas de las 365 que la cadena comercial sumará este año, pues con los planes de Fibra Uno en marcha, y los que demandará la nueva Fibra Next, la intención es concentrarse primero en la casa.
Reaparece operador de la guerra sucia digital
La autoría intelectual del Pejeleaks, ese intento fallido en 2018 por descarrilar la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, es atribuida a Javier Razo Tangassi, consultor político y socio de la firma Prowell Media Group, conocido por su cercanía con el entorno priista durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
El caso le valió a Razo Tangassi demandas por daño moral por parte de figuras como Beatriz Gutiérrez Müller y Julio Scherer Ibarra. En febrero de 2019, el episodio concluyó con un perdón negociado, que incluyó como desenlace el exilio voluntario del operador digital, entonces ya señalado por su participación en campañas de desprestigio.
Razo Tangassi reapareció públicamente y presume vínculos con inversiones en empresas serias como Rotoplas, dirigida por Carlos Rojas Mota Velasco. También promueve nuevos emprendimientos como “Tangassi Capital”, una plataforma de supuestas inversiones conscientes, y Ayam, un malogrado experimento de coaching personal lanzado durante la pandemia.
Sin embargo, las credenciales que presenta contrastan con su historial como operador de estrategias de manipulación informativa a través de redes de granjas de bots y campañas negras.
En el podcast Lateral en YouTube, Razo ha hecho declaraciones controvertidas, al insultar a los mexicanos al llamarlos “huevones”, además de referirse a su esposa con frases como “aquí sigue esta pinche vieja”, estas afirmaciones no solo chocan con los valores de equidad de género promovidos por Rotoplas, sino con el proyecto de país que lidera la presidenta Claudia Sheinbaum, quien recién lo enfatizó ante el escándalo de misoginia protagonizado por Javier “Chicharito” Hernández.
Los recientes baños de pureza mediática no ocultan su historia, y como él mismo confesó en la entrevista referida, casi pisó la cárcel por sus operaciones negras contra empresarios y adversarios políticos.
¿Se trata del regreso de un experto en guerra sucia digital?
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