#InformaciónConfidencial: Aeroméxico-Delta y la ruta legal para defender su alianza
El fin del acuerdo de colaboración conjunta entre Grupo Aeroméxico y Delta Air Lines, ordenado por el Departamento de Transporte (DOT) de Estados Unidos, podría no ser definitivo. Al menos, no para las compañías.
Las aerolíneas están “explorando posibles vías para impugnar la orden final”, que emitió el organismo gubernamental, de acuerdo con la última actualización de los documentos que presentó Aeroméxico ante la Securities and Exchange Commission (SEC).
La resolución del DOT se conoció el 15 de septiembre –en medio de los festejos por la Independencia de México– y fijó el 1 de enero de 2026 como la fecha fatal para la alianza que por casi una década permitió a Aeroméxico y Delta operar como una sola aerolínea en el mercado transfronterizo entre México y Estados Unidos.
De hecho, el propio DOT establece un procedimiento de apelación de sus resoluciones finales. Sin embargo, los expertos consideran que se trata de una decisión prácticamente irrevocable, ya que los motivos por los que el gobierno estadounidense finalizó el acuerdo no se han resuelto.
La resolución del DOT se sustenta en lo que considera el incumplimiento del gobierno de México del acuerdo bilateral en materia aérea vigente desde 2016. La reducción de horarios de aterrizaje y despegue –o slots– en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) y el traslado de todas las operaciones de carga al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) son las dos medidas que molestaron en Estados Unidos.
Incluso si las aerolíneas optan por la vía legal –a través de tribunales federales en Estados Unidos– los cuestionamientos girarían en torno a qué tan dispuesto está el Poder Judicial de entrar en una confrontación con la administración del presidente Donald Trump.
La turbulencia para Aeroméxico y Delta continúa.
La celebración sigilosa de Chico Pardo
Grupo Aeroporturio del Sureste (Asur) está de manteles largos. La empresa propiedad de Fernando Chico Pardo celebró su primer cuarto de siglo como una de las 10 de emisoras más bursátiles en el mercado accionario local.
Tan solo en los últimos cinco años, las acciones del operador del Aeropuerto Internacional de Cancún acumulan un rendimiento de 141%, mientras que su capitalización de mercado supera los 187,000 millones de pesos.
Frente a esta numeralia positiva, a más de uno extrañó que la celebración de esta semana en la Bolsa Mexicana de Valores fuera a puerta cerrada.
Quienes conocen la actividad del piso de remates del centro bursátil apuntan a que esto no sucedía desde la colocación de la Fibra E con la que el gobierno de México pretendía financiar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), proyecto finalmente fue cancelado por al ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Algunos incluso apuntaron a Marcos Martínez Gavica, presidente del consejo de administración del Grupo BMV, como el responsable de sugerir una celebración sigilosa. Más allá de si eso es cierto o no, para muchos la decisión va en contra de la apertura, transparencia y visibilidad que debería prevalecer en las empresas públicas.
Como elemento adicional, la celebración a puerta cerrada de Asur ocurrió a tan solo unos días del anuncio de compra de Chico Pardo de un interés de 25% en Banamex, en lo que muchos señalaron como una bocanada de aire fresco al proceso de venta del banco.
La jugosa distribución de CFE Fibra E
Buenas noticias las que recibieron los dueños de CFE Fibra E, el vehículo de inversión indirecto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El martes recibieron la distribución correspondiente al tercer trimestre del año, que alcanzó los 1,118.9 millones de pesos.
Esto no es cosa menor: se trata de la segunda distribución más alta desde la creación de la fibra E, en febrero de 2018. Además, el monto contempló 335 millones de pesos de flujos excedentes que se repartieron a partes iguales entre los dueños de los certificados serie A y serie B.
El monto histórico fue posible debido al incremento en los volúmenes de energía transmitida en el trimestre, y al fortalecimiento continuo de la Red Nacional de Transmisión (RNT), de acuerdo con CFE.
Para la empresa pública del Estado, la RNT es una pieza clave en los planes de inversión durante el actual sexenio. Muestra de ello es el bono internacional que emitió a principios de septiembre y con el que recabó 725 millones de dólares. Los recursos se utilizarán para proyectos relacionados con dicha red.
La colocación alcanzó el mayor monto, demanda máxima y sobresuscripción para un fideicomiso de inversión en bienes raíces (fibra) o fideicomiso de inversión en energía e infraestructura (fibra E) en el país.
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