Infonavit, sin voz ni voto frente a Inbursa en el caso Agrofibra

Este lunes, los tenedores de Agrofibra votarán una serie de cambios que reconfiguran por completo el fideicomiso. Aunque el Infonavit, uno de los inversionistas institucionales relevantes, no está de acuerdo con las modificaciones, su posición no solo es minoritaria, ni siquiera podrá votar en contra de las resoluciones, que ya cuentan con el aval de Inbursa, el principal tenedor de certificados.
La razón es tan simple como preocupante: el instituto que dirige Octavio Romero Oropeza no tiene comités, como consecuencia de la reforma publicada a inicios de 2025.
En la asamblea extraordinaria se someterá a votación la cesión de los derechos del fideicomitente inicial, hoy en manos de Agriprofin, a PatHoldCo Servicios Corporativos, un vehículo creado por Lexington y Patria Investments, las firmas que se impusieron a otros interesados en la disputa por el control de Agrofibra. Detrás de esta nueva estructura estaría Jorge Guajardo Hesles, quien salió de la presidencia del fideicomiso tras ser señalado por malos manejos, que se llevaría una millonaria ganancia por la cesión.
El segundo punto relevante es modificar el contrato del fideicomiso para externalizar la administración, que pasará a manos de PatHoldCo, en sustitución de Administradora AgroFibra, S.C., con un periodo de transición para el traspaso de funciones, pese a potenciales conflictos de interés.
Nueva Agrofibra en BIVA
A la par, se propone cambiar el nombre, el logo y la clave de pizarra, lo que en los hechos representa un relanzamiento del vehículo en la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), donde el fideicomiso está listado desde diciembre de 2022.
La asamblea ordinaria complementa estos movimientos. Ahí se votará la autorización para reembolsar hasta 600,000 dólares a PatHoldCo por gastos relacionados con el proceso de externalización, una vez que los activos bajo administración superen los 100 millones de dólares.
También se someterá a aprobación la integración del comité técnico bajo las nuevas reglas, así como la remuneración de sus integrantes. Además, se discutirá la creación de un programa multivalor, que permitiría emitir certificados adicionales y deuda de largo plazo, facultando al nuevo administrador para definir futuras emisiones.
El golpe no solo es al Infonavit
En este contexto, el Infonavit queda completamente maniatado. Tras la reforma al instituto publicada en febrero de 2025, su estructura interna cambió y carece hoy de los comités necesarios para autorizar votos en este tipo de asambleas.
El resultado es que, incluso en la asamblea anterior, en la que se aprobaron resoluciones que terminaron beneficiando a Guajardo Hesles, el instituto no pudo votar ni a favor ni en contra, y tuvo que abstenerse.
Así, aunque el Infonavit no comparte la reestructura de Agrofibra, su peso es menor entre los tenedores. Lo preocupante es que esta situación afecta directamente a los ahorradores, cuyos recursos están invertidos en el fideicomiso, pero cuya voz queda diluida por una combinación de cambios corporativos y ajustes regulatorios.
¿Y la CNBV?
En este espacio le contamos hace tiempo que un grupo de inversionistas de la industria agro, ligados al Consejo Nacional Agropecuario (CNA), presentó una oferta por Agrofibra más atractiva que la de Lexington y Patria Investments, pero que fue rechazada por los tenedores.
Ese mismo solicitó ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) la nulidad de los acuerdos de la asamblea de tenedores celebrada el 29 de julio, en la que se aprobó dar marcha atrás a los conflictos legales en contra de Jorge Guajardo Hesles, pese a los señalamientos por conflictos de interés durante su gestión al frente del fideicomiso.
La novedad es que la respuesta llegó. En un oficio firmado por Leonardo Molina, director general de Emisoras de la Vicepresidencia de Supervisión Bursátil, la CNBV sostiene que no tiene facultades para declarar la nulidad de asambleas, aun cuando existan evidencias de irregularidades en su celebración.
Los quejosos documentaron fallas en el desahogo del orden del día. Entre ellas, que los materiales de la asamblea no estuvieron disponibles en tiempo y forma. También cuestionaron la designación de Gerardo Martín Flores Deuchler como miembro independiente del comité técnico, al advertir posibles vínculos con Lexington Capital.
La postura de la CNBV deja un mensaje claro: incluso cuando hay indicios de conflictos de interés, deficiencias en el proceso y afectaciones potenciales a inversionistas institucionales y ahorradores, el regulador mira para otro lado.


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