“La innovación es el tema central de la prosperidad económica” – Michael Porter
Empresas tan diferentes como Mitsubishi, Ford, Virgin y Accenture tienen algo en común, todas han realizado inversiones en Venture Capital (VC). Han invertido en empresas que utilizan tecnología, innovación y modelos de negocio disruptivos, por ejemplo: Coinbase, Rivian, OneWeb y Ripple. El objetivo principal de estos fondos Corporativos de Venture Capital (CVC) es generar valor para la organización, usualmente estratégico, en adición al rendimiento financiero.
Los fondos Corporativos de Venture Capital no son una idea novedosa. A inicios de la segunda mitad del siglo XX se establecieron los primeros vehículos de inversión liderados por empresas como GE, DuPont, 3M y Alcoa. A través del tiempo este concepto ha evolucionado y hoy las empresas más grandes a nivel mundial lo utilizan como vehículo de innovación.
En los últimos 10 años más de 3,200 corporativos a nivel global han realizado inversiones en Venture Capital y tan solo en la primera mitad del 2020 han realizado más de 1,500 transacciones (GCV). A la fecha, la participación de inversión de CVCs, del total de inversiones en VC, se estima en alrededor del 25%, un crecimiento de 6 puntos porcentuales en los últimos cinco años, según CBInsights.
La expectativa es que dicha participación continúe incrementándose en los próximos años, quizás hasta alcanzar el monto de inversión de fondos independientes de VC.
Un fondo Corporativo de Venture Capital es un vehículo constituido por la empresa para canalizar capital en forma de inversión a startups. Su objetivo es generar rendimientos financieros sobre el capital invertido al igual que un fondo independiente de VC.
Sin embargo, la principal diferencia en relación a un fondo de VC independiente, es que en la mayoría de las ocasiones los CVCs buscan rendimientos estratégicos que fortalezcan la estrategia corporativa o del negocio. Además, de complementar las capacidades operativas existentes o bien desarrollar dichas capacidades desde cero.
A diferencia de los fondos independientes de VC que usualmente tienen un periodo de vida de 10 años, un CVC puede tener una visión de corto y largo plazo de acuerdo con su estrategia, estructura y tesis de inversión.
La estrategia a corto plazo tiene como objetivo aplicar innovación a las operaciones de la organización buscando generar valor de manera inmediata; por ejemplo, inversiones en tecnologías de distanciamiento social ligadas a eventos externos como la pandemia actual. La estrategia de largo plazo busca inversiones con miras a transformaciones profundas del mercado; por ejemplo, inversiones en vehículos autónomos destinados a transportar productos en la cadena de suministro.
Los CVCs son un generador de innovación al interior de las organizaciones. Buscan disrumpir procesos, productos o servicios y modelos de negocios. Esta innovación puede ser incremental cuando se agrega valor a través de mejora continua, disruptiva cuando una nueva tecnología desplaza a una existente y breakthrough cuando se genera un cambio tecnológico radical y un cambio de paradigma.
Además de las inversiones que realizan los CVCs, como por ejemplo ZX Ventures brazo de inversión en Venture Capital de AB InBev, también impactan los procesos de la organización por medio de pruebas de concepto o pilotos enfocados específicamente en casos de uso que originan para organización.
Por ejemplo, si la empresa busca eficientizar la entrega de un pedido del almacén al punto de venta o directo al consumidor, puede recurrir a tecnología de eficiencia de rutas que utiliza Big Data, Inteligencia Artificial y Machine Learning.
Cuando se trata de productos y servicios las organizaciones buscan fortalecer o complementar sus categorías de producto o portafolio. Por ejemplo, ZX Ventures ha invertido en más de 13 empresas dedicadas a la producción de cerveza artesanal (ej. Barbarian, Boxing Cat, Cucapa, Patagonia, etc).
También pueden buscar inversiones e innovación a través de nuevos modelos de negocio. En el caso de ZX Ventures busca distribuir su producto directo al cliente (ej. Sempre em casa), recibir pedidos de las tiendas de conveniencia a través de plataformas tecnológicas (ej. Mi mercado), entre otros.
La importancia de los CVCs en el desarrollo económico ha cobrado relevancia en el entorno actual y se presenta como catalizador en la innovación y progreso de una sociedad. Los mercados emergentes están siendo receptivos a este tipo de iniciativas, donde los CVCs están canalizando inversión en nuevas empresas. Por ejemplo, en México empresas como Bimbo y Cemex cuentan con vehículos de inversión que proporcionan dinero inteligente al ecosistema de emprendimiento e innovación.
Además, el CVC es un gran vehículo para generar innovación. A través de la inversión, también favorecen la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías que buscan tener un impacto en la economía de un país. De igual forma, facilita la generación de nuevo conocimiento, el desarrollo de startups y el surgimiento de mejores prácticas del mercado.
Los CVCs son un vehículo que favorece la competencia económica y en cierta medida busca la generación de riqueza redistribuyéndola en manos de emprendedores.
Estos fondos sirven como palanca de desarrollo para las startups, no sólo por la inversión financiera, si no por el conocimiento, redes de negocio, proyectos comerciales e infraestructura que pueden compartir con los emprendedores. También son fuente inagotable de recursos intangibles a disposición no sólo de sus corporativos, sino también de los emprendedores.
Toda organización debe reconocer que la innovación es una tarea primaria que define la estrategia corporativa y del negocio, a la vez genera ventajas competitivas en el mercado.
Los CVC son un mecanismo poderoso para cumplir con estos objetivos y acelerar el proceso del corporativo para volverse una empresa innovadora. Construir y operar un fondo corporativo es una tarea estratégica que requiere talento, recursos y una genuina cultura de innovación que permee en todas las áreas del corporativo. Toda organización que quiera perdurar en el largo plazo debería tener en la mira un CVC.
“Si quieres algo nuevo, tienes que dejar de hacer algo viejo” – Peter Drucker
*Héctor Shibata es profesor en el EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey y director de Inversiones de AC Ventures, un fondo corporativo de venture capital donde es responsable de liderar los procesos de inversión en startups y fondos, y administrar el portafolio. Ejerce la clase del MBA de Financiamiento para el Emprendimiento. Participó en una startup fintech y ocupó cargos previos en private equity y en banca corporativa y de inversión en México y Nueva York.
Este texto es una columna de opinión. Su contenido es responsabilidad del autor y no representa necesariamente la postura de EL CEO.
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