El ultimátum de Bank of New York Mellon a Intercam y Vector
En Wall Street también cayeron como balde de agua fría los señalamientos a Intercam y Vector por presuntos vínculos con el narcotráfico. Y es por esta razón que Bank of New York Mellon, su proveedor de servicios de brokerage en Estados Unidos, quiere cortar de tajo cualquier nexo con las entidades financieras mexicanas.
Pershing, la unidad de Bank of New York Mellon que brinda el servicio de custodia a Intercam Securities y Vectormex (VectorGlobal WMG), dio el lapso de un mes para que las instituciones acusadas por el Departamento del Tesoro muevan las cuentas de sus clientes en dicho país, plazo que está cerca de expirar.
Esto pone contra las cuerdas al banco de Eduardo García Lecuona y la casa de bolsa de Alfonso Romo, que deberán encontrar un comprador en tiempo récord, y luce difícil que puedan lograr un buen acuerdo, pues nadie quiere estar vinculado con dichas instituciones, que a partir de septiembre estarán impedidas de realizar transacciones en el sistema financiero estadounidense.
Hace unas semanas, la firma Investment Placement Group (IPG) comunicó su intención de adquirir los activos de Vector Global WMG. Sin embargo, sabemos que su dueño, Adolfo González-Rubio Beckmann, miembro de la poderosa familia que acapara la industria tequilera, tiene dudas y lo más probable es que el deal se caiga.
Casi al mismo tiempo, la empresa de servicios financieros StoneX, hizo pública su intención de quedarse con las operaciones de Intercam en Estados Unidos, sin más novedades a la fecha.
En ambos casos, la venta implicaría un descuento sobre los activos por la crisis reputacional y pérdidas millonarias para las instituciones mexicanas. Un mal negocio para todos.
¿Y los clientes y empleados de Vector e Intercam?
Se habla de que una de las complicaciones para la venta de los negocios en Estados Unidos tiene que ver con la migración de clientes; además de que IPG y StoneX no podrían absorber la infraestructura de Vector e Intercam, ni el personal.
Eventualmente, las cuentas de los clientes de las instituciones mexicanas podrían terminar en grandes bancos estadounidenses con billones de activos bajo administración. Apunte los nombres de JP Morgan o Morgan Stanley.
Mientras expira el periodo de gracias que dio Bank of New York Mellon, el riesgo para los clientes es mayúsculo, tras las acusaciones del Tesoro por actividades ligadas al tráfico de fentanilo.
BIVA… 7 años y un futuro incierto
La Bolsa Institucional de Valores (BIVA) cumplirá siete años de operaciones este sábado 26 de julio. Y como cada año, es una obligación recordar que no ha logrado cumplir con su promesa de dinamizar el mercado bursátil del país, y peor aún, de generar retornos para los fondos de pensiones que asumieron el riesgo de la inversión: PENSIONISSSTE, Banamex, Profuturo y Coppel.
Esto cobra relevancia debido a que en diciembre de este año expira el Certificado de Capital de Desarrollo (CKD) emitido por LIV Capital en 2015, que sirvió para que tomara una participación accionaria en Central de Corretajes (Cencor), que tiene entre sus negocios a BIVA. Y que se fondeó con recursos de las y los trabajadores con cuentas en dichas instituciones.
Sabemos que a meses de que esto suceda, LIV Capital está buscando un comprador por cielo, mar y tierra. Y el propio Santiago Urquiza, presidente de Cencor y BIVA, es uno de los interesados.
Recientemente, Urquiza ha adquirido préstamos para fondear una potencial transacción, otorgados por Luis Téllez (jefe de facto de su competencia, la Bolsa Mexicana de Valores), Intercam, de Eduardo García Lecuona, y Monex, de Héctor Lagos Dondé.
Otra opción es que la propia Bolsa Mexicana de Valores adquiera las acciones de LIV Capital, un movimiento que haría sentido para recuperar todo el negocio del mercado de capitales, donde ha perdido participación frente a BIVA en los últimos, con ayuda de reformas promovidas desde la Secretaría de Hacienda.
El as bajo la manda de Urquiza
Santiago Urquiza ha solicitado formalmente el aval para que Cencor opere una cámara de compensación. Un proyecto que recientemente le fue autorizado a la BMV, y en el que su presidente, Marcos Martínez, y el director general, Jorge Alegría, están centrado la mayor parte de sus esfuerzos.
Un movimiento de este calibre sí que genera temor en el edificio de Reforma 255 de la Ciudad de México. Si Cencor opera otra cámara de compensación, tendría un fuerte impacto en los ingresos de una de las unidades más exitosas de la Bolsa Mexicana.
Pero a la espera de que esto suceda, BIVA, el negocio menos rentable para Urquiza y Cencor, se sigue desangrando.
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