“Una supernova es una de las explosiones más potentes del universo. Es tan luminosa que puede verse a miles de millones de años luz. Libera tanta energía en un instante como la que producirá nuestro sol a lo largo de sus 10.000 millones de años de vida.”

– Neil DeGrasse Tyson. Astrofísico

El venture capital (VC) es muy dinámico. A pesar de la pandemia los emprendedores continuaron disrumpiendo el mercado y con apoyo de los fondos, los cuales tienen la capacidad de ver oportunidades en tiempos inciertos, lograron cerrar alrededor de 22,000 rondas de inversión de VC de manera global por un monto de 300 billones de dólares. Este monto es superior en 4% al recaudado en 2019.

El origen de todas estas transacciones tiene diferentes caminos. La mayoría de ellos se originan a través de los Demo Days de incubadoras y aceleradoras, foros de innovación y emprendimiento de universidades y gobierno, redes ángeles y crowdfunding, y redes de inversión.

Los fondos de VC tienen como objetivo invertir en los mejores equipos y en aquellas oportunidades donde pueden tener un retorno de capital de 10 veces o más. Sin embargo, no todos los fondos de  tienen la oportunidad de acceder a las mejores transacciones.

Por ejemplo, quizás la aceleradora más reconocida del mundo sea Y Combinator; muchos fondos buscan tener la oportunidad de invertir en las startups que se gradúan en su Demo Day. Sin embargo, dado que la asistencia al evento es bajo invitación previa, no todos los fondos pueden acceder a la lista de startups de cada batch en el momento adecuado. Incluso, algunos contratan scouters o pagan a emprendedores graduados en alguno de los años anteriores en YC para tener acceso a las startups antes de este Demo Day, creando asimetría de relación y explotando información inequitativa con el mercado.

En los primeros años de vida de un fondo de VC, su equipo de inversión utiliza un telescopio para encontrar una estrella en el firmamento; es decir, una startup que pueda brillar tanto hasta convertirse en una supernova.

Usualmente la generación de pipeline es la actividad que representa el mayor reto a superar. Por ello el desarrollar un posicionamiento de marca y una construcción de redes en el ecosistema es relevante.

El primero le llevará a darse a conocer en el ecosistema a través de eventos, publicaciones y lo más importante, inversiones de calidad. Esta construcción va formando una reputación del fondo y de cada uno de sus inversionistas. Por ejemplo, YC tiene una página donde los emprendedores ponen comentarios de la relación que tienen con diferentes fondos.

El ecosistema de VC, como cualquier otro ecosistema de negocios, se mueve a través de redes.

Las preguntas más importantes son a quién conoces y quién te conoce.  Las redes se construyen en diferentes niveles, con participantes como emprendedores, fondos de VC, aceleradoras e incubadoras, ángeles, universidades y gobiernos, corporativos, otros participantes del ecosistema de VC, etc. Otro nivel, más específico de acuerdo con la estrategia, es construir redes en diferentes geografías e industrias.

Algunas otras estrategias para descubrir una oportunidad de inversión son realizar investigación de mercado y llamadas en frío a los emprendedores, participar en ferias o conferencias, seguir de cerca marketplaces de transacciones como Angel List, Kickstarter y FundersClub, y participar en competencias de fondeo para emprendedores.

Pero en el ecosistema de VC hay fondos sólidos y muy bien consolidados que ya no necesitan de un telescopio para buscar a la supernova, simplemente alzan la vista al firmamento y contemplan una lluvia de estrellas. Usualmente estos fondos tienen un gran posicionamiento en el mercado, son ampliamente reconocidos en el ecosistema y su track record valida su preponderancia. Inclusive no tienen necesidad de salir a buscar a la siguiente supernova, estas llegan directo a ellos.

Por ejemplo Ula en Indonesia, fue fundada por un ex-Sequoia quien tuvo la oportunidad de levantar capital de su ex-empleador y otros fondos relevantes como BCapital (fundado por Eduardo Saverin, Co-fundador de Facebook) sin la necesidad de hacer un amplia y exhaustiva ronda de levantamiento de capital.

Un caso similar es Casai quien levantó dinero de A16z sin tener una ronda muy promocionada. El fundador trabajó en Monashees, quienes también invirtieron en la empresa.

Los fondos que atraen las transacciones utilizan estrategias como de boca en boca generado una reputación positiva, redes de inversión amplias y duraderas, empresas de su portafolio se convierten en embajadores de la marca, generan valor agregándolas y tienen un importante posicionamiento sectorial, geográfico o en temas de impacto.

Aunque en América Latina el VC es un negocio con poco tiempo de historia, y aun falta mucho por construir para tener fondos como Bessemer, Lighspeed o NEA, ya hay fondos que se han destacado por su capacidad de detectar a la siguiente supernova y apoyarle hasta conseguirlo. Un ejemplo es el reciente unicornio, Kavak, donde participó Kaszek Ventures.

Para el buen desarrollo del ecosistema de VC no solo se requieren buenos emprendedores sino también inversionistas preparados, profesionales, con capacidad de descubrir y apoyar a la siguiente supernova, con procesos de inversión robustos y mentalidad visionaria y oportunista.

En la medida que esto se cumpla el firmamento de países emergentes comenzará a brillar cada día más.

*Héctor Shibata es profesor en el EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey y director de Inversiones de AC Ventures, un fondo corporativo de venture capital donde es responsable de liderar los procesos de inversión en startups y fondos, y administrar el portafolio. Ejerce la clase del MBA de Financiamiento para el Emprendimiento. Participó en una startup fintech y ocupó cargos previos en private equity y en banca corporativa y de inversión en México y Nueva York. 

Este texto es una columna de opinión. Su contenido es responsabilidad del autor y no representa necesariamente la postura de EL CEO.

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