Imagine que en cinco años el tipo de cambio pasó de 20.0 a 1,200 pesos por dólar, es decir, se multiplicó 60 veces y para ponerlo en términos de depreciación sería una de 5,900%.

¿Qué pensaría? Podría decirse que sucedió una catástrofe de consecuencias inimaginables o que alguien estuviera especulando en contra de la moneda mexicana. 

Pues bien, eso es lo que sucedió con el Bitcoin. Su valor subió por momentos 60 veces en un lapso de cinco años. 

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El gran boom del dinero virtual es relativamente reciente. Su convulsión es resultado en gran medida del largo tiempo de tasas de interés cero por las políticas monetarias acomodaticias durante los últimos casi 15 años, lo cual ha anulado la rentabilidad de inversiones tradicionales como los bonos soberanos.

Además, los estímulos fiscales durante la pandemia de COVID que junto con el confinamiento ayudó a democratizar las actividades de trading, en especial entre los jóvenes que decidieron aventurarse en el mundo de las inversiones financieras. 

El furor por el Bitcoin

Aunque hay cerca de 10,000 criptomonedas, la de mayor peso e historia es el Bitcoin y este furor por bitcoin y otras criptomonedas podría decirse que se está convirtiendo en una peligrosa burbuja financiera. 

Una burbuja financiera es el aumento injustificado en los precios de ciertos activos. Surgen de una idea innovadora que ilusiona a los inversionistas.

El incremento robusto en su precio obedece principalmente a una mayor demanda, ya que la oferta, debido al mecanismo computacional de su creación, permanece muy estable a lo largo del tiempo. 

¿Quién compra bitcoins? 

No podemos saber con certeza por qué adquieren este activo, pero lo que sí sabemos es que debido a que pocas empresas te las aceptan como medio de pago, no lo hacen para utilizarlas como dinero para comprar productos o servicios. 

Entonces, lo que nos queda es que las personas que están demandando este tipo de activos, es porque esperan que su precio suba para poder venderlo más adelante. 

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En decir, son especuladores porque están especulando con el precio. Estas compras especulativas están haciendo que los precios alcancen niveles irracionales. 

No hay un fundamento detrás que justifique sus precios. A lo largo de la historia podremos encontrar activos que se hayan multiplicado por 60 o más en periodos similares de historia y no necesariamente se trata de una burbuja especulativa. 

Sin embargo, el Bitcoin se parece más a lo que se observó con ejemplos clásicos como la enfermedad holandesa (precio de los tulipanes) o la crisis de las empresas puntocom en EE.UU. a principios del año 2000.

¿Cuándo explotará esta burbuja financiera? 

Lamentablemente, no se puede saber. Por ejemplo, la gran crisis hipotecaria en EE.UU., algunos gurús empezaron a notar señales desde el 2002 y “explotó” hasta 2008.

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Puede demorar en explotar, pero lo hará. Como diría el gran economista alemán Rudi Dornbusch “las cosas tardan más en suceder de lo que crees, y luego suceden más rápido de lo que pensabas que podrían suceder”

La otra gran pregunta es si estas recientes correcciones en el precio implican ya el truene de la burbuja. En este caso, no lo creo, pero sí implica una señal de cómo sería en términos de rapidez los ajustes en estos mercados. 

Incluso, es probable que las caídas observadas de 40% de la semana pasada se puedan revertir y regresar al terreno positivo.  

Además, en estos últimos meses se ha podido comprobar que el bitcoin no ha cumplido con algunas de las promesas de sus más fervientes defensores. 

No te protege contra la inflación alta, no es un activo refugio, por lo que no ayuda a diversificar de forma eficiente tu portafolio porque se mueve en la misma dirección que otros activos riesgosos y de forma más acelerada.

Ojo. No estoy sugiriendo no entrar a este mercado. Solo hay que hacerlo tomando en cuenta lo antes descrito, sin olvidar que es una inversión extremadamente especulativa. En este sentido, no recomiendo que cualquier inversión en este tipo de activos supere el 10% de los activos financieros disponibles.