El propietario de WeWork, The We Company, presentó este miércoles a los reguladores sus planes para una Oferta Pública Inicial (OPI) y publicó por primera vez estados financieros detallados que mostraron que perdió casi 700 millones de dólares en el primer semestre de 2019, lapso en el que duplicó los ingresos.
La compañía advirtió que tiene un historial de pérdidas y es posible que nunca pueda obtener ganancias a nivel de la compañía en el futuro cercano.
La presentación preliminar ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) lleva a la compañía un paso más cerca de listarse el próximo mes y llega en un momento en que los mercados bursátiles están en crisis debido a una prolongada guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo que ha provocado que los inversionistas sean más reacios al riesgo de cotizar nuevas empresas.
La compañía, que ofrece espacios de oficina compartidos y usará la clave de cotización WE, no dio ningún detalle sobre el tamaño de la oferta, la valuación que busca o en qué plaza bursátil listaría sus acciones.
La presentación proporciona la imagen financiera más completa de la compañía cofundada en 2010 por su director ejecutivo, Adam Neumann. La compañía informó anteriormente que perdió casi 2,000 millones de dólares en 2018, ya que invierte mucho para hacer crecer su negocio.
Entre las revelaciones en la presentación, WeWork informó una pérdida neta atribuible a la compañía de 689.7 millones de dólares en los seis meses terminados el 30 de junio, en comparación con una pérdida de 628.1 millones de dólares un año antes.
En el mismo periodo, los ingresos aumentaron más del doble a 1,540 millones de dólares.
A principios de julio el Financial Times reveló que We Work perdió 219,000 dólares cada hora durante los 12 meses previos a marzo de este año.
JP Morgan Securities y Goldman Sachs se encuentran entre un equipo de suscripción de nueve miembros para la OPI.
Si sigue adelante con la oferta pública inicial, WeWork sería la compañía más grande por valor en cotizar en el mercado de valores de Estados Unidos este año después de Uber.
WeWork fue valorado en enero en 47,000 millones de dólares en una ronda privada de recaudación de fondos, según el proveedor de datos PitchBook.
Con sus fuertes pérdidas, WeWork enfrenta algunos de los mismos vientos en contra. El modelo comercial de WeWork se basa en acuerdos de ingresos a corto plazo y pasivos de préstamos a largo plazo y ha sido objeto de cierto escepticismo.
WeWork ha sacudido el arrendamiento de oficinas al ofrecer a nuevas empresas contratos a corto plazo en lugar de los arrendamientos tradicionales a largo plazo. También genera mayores ingresos por pie cuadrado que los propietarios al poner a más personas en un espacio.
La compañía, cuyos inversionistas actuales incluyen a SoftBank, dijo que opera en 528 ubicaciones en 111 ciudades de 29 países.
Los proveedores de oficinas flexibles han dominado el arrendamiento en las principales ciudades como Londres, Nueva York y San Francisco, una señal de la creciente demanda de las empresas tradicionales y no solo de las nuevas empresas y empresarios que ponen el coworking en el mapa.
Si bien WeWork es el abanderado, existen varios modelos operativos. Es probable que la industria, que según JLL representará 30% del arrendamiento en una década, termine como hoteles con varios servicios y nichos de clientes.
Una apuesta riesgosa
Pero la empresa reconoce que invertir WeWork tiene riesgos.
Aunque ha experimentado un gran crecimiento en cuanto a ubicaciones y tamaño de su base de miembros, ese rápido crecimiento ejerce una presión significativa sobre sus recursos existentes, dijo la compañía.
“Las dificultades asociadas con nuestro crecimiento continuo podrían dañar nuestra reputación y tener un efecto adverso importante en nuestro negocio, incluidas nuestras perspectivas de crecimiento continuo y nuestra condición financiera, resultados de operaciones y flujos de efectivo”, explica el documento entregado a la SEC.
El unicornio reconoció también que si no gestionan su crecimiento de manera efectiva, los aumentos en gastos de capital y gastos operativos podrían superar cualquier aumento los ingresos, “lo que podría tener un efecto adverso importante en nuestros resultados de operaciones”.
Los principales ingresos de WeWork son a través de la venta de membresías, que son compromisos a corto plazo. Aún así, la compañía ve como riesgo no poder mantener y atraer nuevos miembros en cantidades suficientes.
“En el pasado hemos experimentado y esperamos continuar experimentando, terminaciones de acuerdos de membresía”, agregó.
Incluso su propio CEO fue identificado como un riesgo potencial. En enero se dio a conocer que Neumann compró edificios para después rentarlos a WeWork, actividad que hizo surgir cuestionamientos sobre un posible conflicto de interés.
El sistema dual de acciones de la compañía se plantea como otro riesgo potencial, pues el CEO tiene la habilidad de tomar la decisión final sobre cualquier tema que sea sometido a votación entre los accionistas.
“Nuestro éxito futuro depende en gran medida del servicio continuo de Adam Neumann. No tenemos ningún acuerdo de empleo con Adam y no podemos asegurar que continuará trabajando para nosotros”, dijo la compañía.
“Si no continúa sirviendo como nuestro director ejecutivo, podría tener un efecto adverso importante en nuestro negocio”, afirma el documento.
Con información de Reuters