La Unión Europea (UE) está investigando al regulador financiero de Alemania por el colapso de la compañía de pagos Wirecard, en un raro movimiento que trae vergüenza a Berlín días antes de que tome cargo de la presidencia del bloque.

La implosión de Wirecard en una semana, que dejó a la empresa con una deuda de 4,000 millones de dólares, se enfila para ser uno de los mayores escándalos corporativos en la historia de Alemania y el regulador BaFin es observado en el país y el extranjero por no haber detectado los problemas.

La Comisión Europea ha pedido al regulador del mercado de la Unión Europea que analice si la respuesta a las denuncias contra Wirecard, que surgieron hace años, fueron adecuadas para proteger la confianza de los inversionistas en los mercados europeos, de acuerdo con una carta de la Comisión al regulador.

La noticia sobre la carta, vista por Reuters, llegó mientras el ministro de justicia de Filipinas informó que el exjefe de operaciones de Wirecard, bajo sospechas de un escándalo contable en Alemania, se encontraba en el país asiático esta semana, pero salió con dirección a China.

EY dijo que el hueco en los libros de la compañía era resultado de un sofisticado fraude global.

Por separado, la revista alemana Der Spiegel reportó que SoftBank estaba planeando demandar a EY, auditor de Wirecard desde hace tiempo, a causa del escándalo, y el Financial Times publicó que, durante más de tres años, EY no solicitó información contable crucial a la empresa, un procedimiento de rutina que pudo haber desenmascarado el fraude mucho tiempo antes.

Tanto EY como Softbank declinaron hacer comentarios.

Wirecard, que reveló un hueco de 2,100 millones de dólares en sus reportes, es el primer miembro del índice de acciones DAX en quebrar, sólo dos años después de haber ganado su puesto entre las 30 mejores compañías en el listado alemán.

Auditores de KPMG dijeron en una reseña publicada en abril que no les había sido posible verificar 1,000 millones de euros en el balance financiero de la compañía, cuestionaron la contabilidad de las adquisiciones de Wirecard y dijeron que no podían rastrear millones de euros en adelantos.

En su carta a la Autoridad Europea de Valores (ESMA), la Comisión Europea le pidió que realice un “análisis de búsqueda de hechos” sobre la respuesta de BaFin a los alegatos, y que reporte antes del 15 de julio.

También pidió a ESMA que busque si existe evidencia de “obstáculos legales o administrativos” que hayan estorbado en los reportes.

Alemania tomará la presidencia de la Unión Europea, que rota paulatinamente, el 1 de julio.

Alegatos de improperios financieros han manchado a Wirecard por años, y su implosión ha traído solicitudes de modificaciones al sistema de supervisión corporativa. Felix Hufeld, ha descrito el escándalo como un “desastre total”.