Bruselas levantó este lunes una de las últimas trabas a la fusión de los grupos francés PSA (Peugeot, Citroën) y el ítalo-estadounidense Fiat Chrysler (FCA) para dar lugar a Stellantis, el cuarto ‘holding’ automovilístico más importante del mundo y que se consumaría a inicios de 2021.
Esta autorización fue concedida bajo la condición de que ambos grupos respeten completamente los compromisos asumidos para preservar la competencia en el sector de los vehículos utilitarios pequeños.
Se comprometieron, en particular, a ampliar el acuerdo vigente de cooperación entre PSA y Toyota en cuanto a modelos de furgonetas livianas. PSA ya fabrica para el competidor nipón vehículos utilitarios que son vendidos en la Unión Europea (UE).
El volumen de vehículos fabricados para Toyota aumentará y será reducido el precio de éstos al grupo japonés. Al igual que ocurrirá con los repuestos y accesorios.
PSA y FCA además tendrán que facilitar el acceso de los competidores a sus redes de talleres de reparación y mantenimiento para esta clase de vehículos, señaló la Comisión europea en un comunicado.
Estamos en condiciones de autorizar la fusión entre Fiat-Chrysler y Peugeot SA, dado que sus compromisos facilitarán la entrada y expansión en el mercado de camionetas utilitarias livianas. En los demás mercados donde actualmente operan ambos fabricantes de automóviles, la competencia se mantendrá tras la fusión
indicó Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión encargada de la competencia
La unión entre PSA y FCA, anunciada a fines de 2019, daría origen al cuarto grupo automovilístico mayor del mundo en cuanto a volumen (con 8.7 millones de vehículos vendidos el año pasado) y el tercero en cuanto a facturación, abarcando además marcas icónicas como Peugeot, Citroën, Opel, Jeep, Alfa Romeo y Maserati.
Campeón de los utilitarios
Los fabricantes prevén concretar por completo su unión durante el primer trimestre de 2021. La nueva entidad, bautizada Stellantis, contaría con más de 400,000 empleados y una facturación de 167,000 millones de euros (203,240 millones de dólares) sobre la base de cifras de 2019, solamente superada por Toyota y la alemana Volkswagen.
La Comisión Europea había realizado una profunda investigación sobre este proyecto.
Tras recopilar numerosas opiniones de competidores y clientes, la Comisión estimó que esta operación podría afectar a la competencia en el mercado de los pequeños utilitarios en nueve países europeos (entre ellos Francia, Italia, Polonia, Bélgica y Portugal) a causa de las elevadas cuotas de ventas acumuladas por ambos socios.
Sin modificaciones, el proyecto en un principio notificado el 8 de mayo de 2020 a la autoridad de la competencia, “probablemente hubiera provocado un aumento de los precios a los clientes”, afirma el ejecutivo europeo.
Campeón de los vehículos utilitarios, PSA en 2019 captó más de una cuarta parte de este mercado, muy lucrativo en el continente europeo.
El grupo Fiat, por su parte, añade un 9%. Por lo tanto, el nuevo conjunto, acumularía más del 34% de las cuotas de mercado, o sea, el doble que el número 2, Renault, con el 16.4%.
Pero Bruselas considera que los compromisos propuestos a fines de septiembre por ambos grupos alejan las reticencias. “La operación, así modificada (…) ya no implicaría un problema de competencia”, señala la Comisión.
FCA y el grupo PSA afirmaron en un comunicado “acoger calurosamente la aprobación de esta fusión por parte de la Comisión”.
El ‘matrimonio’ aún debe ser formalmente aprobado en una junta general extraordinaria de los accionistas, el 4 de enero de 2021.
Este proyecto se justifica como consecuencia de las revoluciones tecnológicas en curso en la industria automotriz (electrificación de vehículos, digitalización, conducción autónoma), lo que requiere alcanzar un tamaño ‘crítico’ para poder amortizar mejor las masivas inversiones requeridas.
PSA y Fiat calculan que su unión les permitirá ahorrar unos 5,000 millones de euros al año.
La nueva entidad tendrá sede en Holanda, pero continuará cotizando en las bolsas de París, Milán y Nueva York.
John Elkann, actual presidente de FCA y heredero de la familia fundadora, los Agnelli, lideraría el nuevo Consejo de administración, en tanto Carlos Tavares, presidente del directorio de PSA, se convertiría en director general del grupo fusionado.