Las compañías Tilray y Aphria anunciaron este jueves que se fusionarán para crear la mayor empresa dedicada a la marihuana en el mundo, medida por ventas.
En los últimos 12 meses, Tilray, valuada en 1,000 millones de dólares, y Aphria, con un valor de 2,000 millones, tuvieron ventas combinadas de 658 millones de dólares.
El triunfo de Joe Biden y las reformas a nivel estatal alimentan las esperanzas de que la legalización de la marihuana se vuelva una realidad a nivel federal en Estados Unidos, abriendo un importante mercado para la industria.
El mes pasado, Aphria compró SweetWater Brewing, una cervecería estadounidense, por 300 millones de dólares, con lo que logra un punto de entrada al mercado cuando las leyes federales lo permitan.
Además, las operaciones de Tilray en Portugal ofrecen la posibilidad de incursionar en el mercado europeo más amplio sin tener que pagar tarifas, explica Reuters.
Los accionistas de Alphria recibirán 0.8381 títulos de Tilray por cada una de sus acciones y poseerán 62% de la empresa resultante, cuyo CEO será Irwin Simon, actual líder de Aphria.
Tilray continuará cotizando en el Nasdaq y Aphria se quedará como una firma privada.
La compañía resultante también aumentará sus capacidades en los sectores de bebidas y productos comestibles, cuya demanda se ha disparado durante el periodo de aislamiento.
Derechos de los accionistas
En Wall Street, Las acciones de Tilray perdieron 3.97% en la sesión de este jueves y las de Aphria bajaron 5.47%.
El acuerdo despertó críticas y ya hay abogados buscando accionistas de ambas empresas.
Halper Sadeh, una firma de abogados especializada en los derechos de los accionistas, busca determinar si la junta de Tilray violó leyes federales o rompió sus obligaciones fiduciarias con los accionistas al no obtener el mejor precio posible y no haber entregado toda la información necesaria para que estos pudieran analizar la propuesta.
Del otro lado de la transacción, la firma Bragar Eagel & Squire analiza si la junta de Aphria aceptó un proceso injusto e inadecuado de fusión que no da el mejor resultado posible para los accionistas.