Texas deja de enviar gas a México, que no tiene reservas

Texas deja de enviar gas a México, que no tiene reservas

La orden de Texas de interrumpir los envíos de gas a México, que aún no ha sido acatada por las empresas, pone presión al sistema eléctrico en México, que ya sufre por la falta de la infraestructura necesaria para tener reservas de gas de emergencia.

Greg Abbott, gobernador del estado, anunció la instrucción que dio a los productores locales de detener las exportaciones del hidrocarburo hasta el 21 de febrero, para dar prioridad a las centrales de generación en el territorio estatal.

“Lo que tenemos de almacenamiento es prácticamente nada. Se trata exclusivamente de un poco de empaque, que no es almacenamiento como tal, y un poco de gas en Manzanillo y Altamira, que nunca estuvo pensado para ser utilizado como algo estratégico”, dijo David Rosales, analista del sector y ex Director General de Gas Natural y Petroquímicos de Sener.

El Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) solicitó en 2019, mediante la cuarta revisión de su plan quinquenal, que las terminales de Manzanillo y Altamira fueran utilizadas como almacenamiento operativo y opción de corto plazo, además de pedir la construcción de más infraestructura para llevar la reserva nacional a cinco días de consumo.

El plan hubiera permitido también que las empresas, entre ellas la Comisión Federal de Electricidad (CFE), utilizaran la infraestructura para almacenar sus propias reservas estratégicas. En respuesta, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) dijo que el Cenagas no había presentado una justificación técnica suficiente para pensar en que el proyecto fuera viable.

“Había una política de almacenamiento que trabajamos junto con la nueva administración. Después se publica y se da a conocer a los nuevos participantes de la industria a través del sitio de Sener. Cenagas en su primera revisión al plan quinquenal hace referencia a este evento, y ya. No hay después nada más que la negativa de la CRE”, reveló Rosales.

Rosanety Barrios, analista del sector, señaló que la compra de barcos de gas natural licuado por parte del gobierno federal, llegó tarde, pues se pudo haber hecho desde que se sabía de la eventual entrada de la tormenta, en vez de esperar a ver el alcance de sus efectos.

Si el plan de almacenamiento de Cenagas se hubiera aprobado, la matriz energética hubiera tenido un colchón operativo que hubiera permitido al gobierno mexicano esperar el mismo tiempo para la compra de barcos sin afectar la oferta de energía eléctrica en el territorio nacional.

El gobernador de Texas Greg Abbott dijo que ha emitido una orden que prohibe que las compañías de gas natural del estado exporten hidrocarburo fuera de las fronteras tejanas hasta el 21 de febrero

Sin embargo, incluso si se hubiera aprobado el plan de almacenamiento, la infraestructura necesaria para llevar la reserva nacional a cinco días aún no estaría lista, por lo que el eventual corte a las importaciones tejanas seguiría teniendo afectaciones.

Rosales calculó que el gas proveniente de Texas representa alrededor del 80% del hidrocarburo importado desde Estados Unidos, lo que quiere decir que su participación en la matriz eléctrica mexicana es de alrededor de 43%.

Tras los primeros problemas del pasado lunes, Cenagas había solicitado a sus usuarios que redujeran sus consumos alrededor de un 80%, lo que presumiblemente hubiera permitido que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tuviera acceso a un mayor porcentaje del gas disponible en el sistema, reveló Barrios. Estos recortes tendrán que ser aún más agresivos tras la decisión del gobernador tejano.

El mercado mundial de gas sigue abierto, aunque a costos muy altos. El problema principal para la importación proveniente de proveedores distintos a Estados Unidos es que existe una capacidad máxima diaria de los sistemas debido al diámetro de los ductos y a la capacidad de Manzanillo y Altamira de regasificar gas licuado.

Esta capacidad es mucho menor al corte que se viene.

Rosales señaló que México no tendrá más remedio que aprovechar lo mayor posible las fuentes de energía que no dependen del gas natural, como eólica, solar, diésel, combustóleo y carbón. Sin embargo, advirtió que la capacidad instalada de estas no es suficiente para suplir la oferta de gas, por lo que los cortes eléctricos tendrán que continuar.

Inicialmente, los meteorólogos estadounidenses esperaban que los efectos más fuertes de la tormenta se detuvieran la tarde de este jueves.

De ser así, Texas podría recuperar el porcentaje de su generación que se encuentra detenido, con lo que volvería a permitir la exportación de gas. Esta posibilidad, sin embargo, se antoja poco probable.

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