Tesla construye una batería gigante conectada a la red eléctrica en Texas, Estados Unidos, con lo que da el primer paso para incursionar en el mercado energético, de acuerdo con Bloomberg.
A través de una filial de la firma de Elon Musk, de nombre Gambit Energy Storage , elabora en secreto un proyecto de almacenamiento de energía con una capacidad de más de 100 megavatios en Angleton, Texas, una ciudad a unos 65 kilómetros al sur de Houston.
La batería de esa capacidad podría alimentar a cerca de 20,000 hogares durante el verano, cuando los sistemas de aire acondicionado trabajan a su máxima capacidad.
Los trabajadores de la obra tenían el equipo cubierto y desalentaban a los curiosos, pero se distinguía el logotipo de Tesla en el casco de los obreros y los documentos públicos ayudaron a confirmar la participación de la empresa, reportó Bloomberg.
Los registros de propiedad en los archivos del condado de Brazoria muestran que la dirección de Gambit es la misma que una instalación de Tesla cerca de la planta automotriz de la compañía en Fermont, California. En una presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, Gambit figura como filial de Tesa.
Hace unas semanas, cuando una tormenta invernal azotó Texas, se desencadenó una interrupción de energía eléctrica por varios días que dejó a millones de personas sin el servicio. En ese momento, Musk se burló del Electric Reliability Council of Texas (Ercot, siglas en inglés del Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas). el grupo sin fines de lucro que administra el flujo de energía eléctrica a más de 26 millones de clientes. “No merece esa R”, escribió.
.@ERCOT_ISO is not earning that R
— Elon Musk (@elonmusk) February 17, 2021
El proyecto tiene el 1 de junio como fecha propuesta para iniciar su operación comercial. El complejo está ubicado junto a una subestación eléctrica Texas-Nuevo México.
Tesla es conocida por la fabricación de vehículos eléctricos y autónomos, pero su misión oficial es “acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible”.
Las baterías a escala de servicios públicos son necesarias para almacenar la electricidad producida por el viento y la energía solar, pero también pueden convertirse en oportunidades lucrativas. Al almacenar el exceso de electricidad cuando los precios y la demanda son bajos, los propietarios de baterías pueden venderla a la red cuando los precios son altos.
No es la primera vez que la compañía emprende esfuerzos en este ámbito. En marzo de 2015, Musk reveló un producto de batería para el hogar, de nombre Powerwall. Un año después su empresa compró SolarCity, el instalador de paneles solares fundado por Musk y sus primos.
El controvertido CEO anunció un “techo solar” que ha pasado por varios cambios sin convertirse en un fuerte competidor en el mercado.
Pero la línea de productos de la empresa ya va más allá del hogar y llega a la red eléctrica. El Tesla Powerpack y el Megapack, que es aún más grande, fueron diseñados pensando en los clientes de servicios públicos.
Si bien el enfoque de Tesla en la energía a menudo queda en segundo plano ante el negocio cada vez más competitivo de fabricar y vender autos eléctricos, Musk y su equipo ejecutivo continúan destacando la energía como una parte clave de su crecimiento.