El banco español Santander anunció una serie de medidas en apoyo a Ucrania tras la invasión rusa; además indicó que limitará los negocios con empresas rusas como medida de sanción tras las agresiones en el este de Europa.

La entidad financiera también anunció que donará un millón de euros a la Cruz Roja y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); igualmente, informó que igualará las donaciones que realicen sus empleados, de acuerdo con un comunicado de prensa difundido por el banco.

Santander condena la invasión y se solidariza con los ciudadanos de Ucrania. Ayudar en la crisis humanitaria es la máxima prioridad del banco

indicó Santander.

Por otra parte, Santander eliminará las comisiones a todas las transferencias realizadas de países europeos y con destino a Ucrania. 

Además, al no tener presencia directa en Ucrania, el banco informó que habrá suspensión de las comisiones de cuentas y tarjetas para clientes ucranianos en Polonia, uso gratuito de los cajeros automáticos, y acceso permanente a dinero en efectivo en las sucursales y los cajeros.

“Estamos en permanente contacto con las autoridades, en particular con las europeas, y aplicando las sanciones internacionales. Además, no haremos ningún nuevo negocio con empresas rusas”, señaló el banco en su documento.

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Otras sanciones al Kremlin

En un contexto diferente, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció nuevas sanciones contra diez rusos cercanos al Kremlin a raíz de la “invasión injustificada” de Ucrania por Rusia, en una rueda de prensa conjunta en Londres con sus homólogos británico y holandés.

Estas diez personas, actuales y antiguos altos cargos gubernamentales, magnates y otros partidarios del presidente ruso “proceden de una lista elaborada por el líder de la oposición encarcelado Alexéi Navalny”, precisó. 

“Las sanciones aumentan la presión sobre los dirigentes rusos, incluido el círculo íntimo de (Vladimir) Putin”, subrayó junto al término de un encuentro con el británico Boris Johnson y el holandés Mark Rutte para debatir la reacción occidental a la invasión rusa.

El gobierno canadiense revocó la semana pasada el estatus comercial especial de Rusia y su aliado Bielorrusia, lo que se traduce en aranceles de 35% a sus importaciones.

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