Cuando los managers aprenden en pares, en vez de acudir a capacitaciones de manera individual, los beneficios del aprendizaje aumentan casi 50%, según la profesora del Kellogg School of Management de la Universidad Northwestern Leigh Thompson.

Bautizado por Thompson como el método del Arca de Noé, se basa en la idea de que, para que lo aprendido en el salón de clases realmente llegue a la sala de consejo, las compañías deben enviar al menos a dos ejecutivos a capacitarse al mismo tiempo.

“El punto de hacer que la gente tome estos programas es que regresen con mejores prácticas mismas que se puedan poner en uso de inmediato para mejorar todo, desde la relación con clientes hasta el resultado final (…) pero la gente, específicamente los gerentes, ¿ponen en uso lo aprendido en clase? La triste respuesta en la mayoría de los casos es no, y lo es porque fallaron en aprender”, dijo Thompson.

El problema es que, cuando los participantes regresan a sus lugares de trabajo, no pueden aplicar los conocimientos adquiridos cuando realmente los necesitan.

La manera de lograr el mayor impacto y asegurarse de que los participantes pongan sus conocimientos en práctica es que tengan un compañero con quien puedan analizar y discutir casos de negocio y situaciones reales, de modo que relacionen los ejemplos del salón de clases con los problemas en su trabajo diario, afirmó la especialista.

Thompson realizó el experimento en conjunto con varios colegas incluidos Dedre Gentner.

En uno de los módulos que incluía dinámicas de negociación en equipos, la clase fue dividida, una parte analizó casos de negocio en parejas y otra hizo lo mismo pero de manera individual.

Al negociar posteriormente, quienes habían hecho en equipo tuvieron 30% más utilidades en el ejercicio que quienes lo hicieron aparte.