La globalización ha traído diversos beneficios a diferentes sectores alrededor del mundo; sin embargo, en los últimos años se ha hecho evidente que los lazos que se han tejido de manera global tienen eslabones débiles, en donde destacan las rutas de suministro.
De acuerdo con el informe Sonar 2024 New emerging risks insight, realizado por Swiss Re Institute, algunos de los principales riesgos que se han detectado son la mayor volatilidad del panorama geopolítico y la incertidumbre económica.
A ello se le suma la mayor frecuencia con la cual se presentan las catástrofes naturales y el aumento de los riesgos por ataques cibernéticos y tecnológicos.
Este panorama ha llevado a las empresas a convertir la capacidad de recuperación de la cadena de suministro en una prioridad. Swiss Re apuntó que si los riesgos se acumulan o coinciden con una cadena de suministro ya con afectaciones, las consecuencias económicas serían importantes.
Crisis interconectadas incrementan la complejidad
Las llamas crisis interconectadas se refieren a cuando un incidente que ocurre en alguna determinada nación incide en algún otro país o región del mundo. Dichas interconexiones provocan que las crisis sean más complicadas de gestionar debido a que la solución suele requerir coordinación desde diversas dimensiones y con diversos actores involucrados.
Una menor resiliencia en las cadenas de suministro provocará más interrupciones en la actividad empresarial, y esto aumentará el riesgo de deterioro económico
resaltó Swiss Re.
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