Las pérdidas de energía eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se redujeron por segundo año consecutivo, pero las “pérdidas no técnicas” siguen poniendo a México por encima de la media mundial, a pesar de su buen desempeño técnico.

La Comisión reportó la semana pasada que su índice de pérdidas alcanzó el 10.97% en 2019, tras haber registrado 11.21% en 2018.

La meta para 2020 será alcanzar el 9.99%, que todavía se encuentra muy por encima del promedio mundial de 8.2%, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía. De estas pérdidas, el 49.92% representa energía no pagada, mientras que el resto es resultado de pérdida de energía en tránsito.

“Las pérdidas no técnicas son un eufemismo para hablar de robo de energía. La CFE estaba bien en términos de pérdidas no técnicas hasta que en 2009 se liquida a Luz y Fuerza del Centro y se da el control a CFE del centro del país. En ese momento este tipo de pérdidas se van al cielo”, reveló Víctor Ramírez, analista del sector.

Comparadas con el promedio mundial, las pérdidas técnicas de CFE son relativamente bajas, mientras que sus pérdidas no técnicas son más altas de lo normal.

Las pérdidas se agravan debido a que los propios gobiernos municipales están entre los deudores principales de la compañía, además de que varios privados se rehúsan a pagar con el argumento de que sus contratos originales están firmados con Luz y Fuerza y no con la Comisión.

“Los mayores focos son la Ciudad de México, Estado de México y Tabasco. En el centro hay un tema con el sindicato que ha llevado campañas de conexión informal, protegidos por la Asociación Nacional de Usuarios Eléctricos. Ellos argumentan que no firmaron los contratos con CFE, por lo que son ilegales, y se niegan a pagar. Lo que hacen es llevar su queja a Profeco, lo que les permite que no les corten la luz”, explicó Paul Sánchez, director de Ombudsman Energía México.

Ramírez señaló que en enero del año pasado, se pensaba otorgar aptitudes a CFE para combatir el robo de energía, pero la Secretaría de Energía bloqueó de forma ilegal la publicación de estas nuevas normas en el Diario Oficial de la Federación:

“Creo que no había la comprensión necesaria sobre el asunto, a CFE no le gustaban algunas de las disposiciones y argumentaban que perdían, entonces ese fue el argumento básico”.

En términos de pérdidas técnicas, la mayoría son atribuibles a falta de infraestructura, por lo que la entrada en operación de nuevos parques de generación ubicados más cerca de los centros de demanda disminuyen las pérdidas técnicas.

Es decir, la propia evolución del mercado eléctrico, aunado a las subastas de largo plazo, han permitido que CFE tengas menos pérdidas técnicas, aunque un porcentaje de estas es normal e inevitable.

La Secretaría de Energía ha decidido no continuar con el modelo de subastas que permitió disminuir las pérdidas técnicas, pero el índice de pérdidas en 2019 e incluso en 2020 todavía se beneficiaron de la entrada en operación de parques resultantes de estos procesos.

La Secretaría ha comentado que los esfuerzos futuros se centrarán en la licitación de parques de menor capacidad ubicados en áreas de alta demanda, por lo que el mercado podría seguir evolucionando hacia índices incluso menores de pérdidas.