La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aplazó de nueva cuenta la discusión del amparo en revisión promovido por Radiomóvil Dipsa S.A de C.V (Telcel) para tener de vuelta un esquema conocido como ‘efecto club’, que permitía a sus clientes realizar sin costo llamadas entre sí.
Aunque el proyecto del amparo estaba listado ser discutido en la Primera Sala de la Corte este miércoles, se dejó nuevamente en lista y se espera que sea en la próxima sesión, el 10 de julio, cuando finalmente se ponga a discusión.
El ‘efecto club’ operaba antes de 2014, año en que entró en vigor la reforma en telecomunicaciones y en el que la compañía fue declarada agente económico preponderante por tener la mayor parte del mercado de telefonía móvil en el país.
De hecho, uno de los objetivos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) al establecer tarifas asimétricas fue dar un beneficio directo a los usuarios y generar mayor competencia en el mercado.
Esto obligó a la empresa controlada por Carlos Slim a ceñirse a nuevas reglas asimétricas, y también, a enfrentar a un nuevo competidor: AT&T, lo que trajo consigo una reconfiguración con varios ajustes tanto en planes como en precios.
Actualmente, la mayor parte de los planes de telefonía no tienen un costo por minuto para el usuario, de hecho, muchos de ellos ofrecen llamadas ilimitadas, incluso a Estados Unidos y Canadá, o en algunos otros casos, acotadas a un número alto de llamadas por mes.
Pese a ello, los competidores de Telcel ven un riesgo para la competencia si el amparo se resuelve a favor del operador preponderante.
“De ganar este amparo, Telcel podría establecer, nuevamente, precios discriminatorios, ya que podría cobrar distintos precios a los usuarios si estos llaman a usuarios de su red o si llaman a usuarios de otras compañías”, señala un análisis de una fuente de la industria que pidió el anonimato.
Una resolución a favor tendría un impacto positivo para Telcel, porque le va a permitir seguir haciendo on-net off-net, comentó por su parte Irene Levy, directora de Observatel, quien señaló que aunque actualmente el operador tiene tarifas de números incluidos en sus planes, están acotados a los primeros tres minutos.
No es el primer caso que Telcel lleva a la Corte. En 2017 la empresa ganó un amparo luego de que la máxima autoridad judicial le diera la razón en que corresponde al IFT, y no al Legislativo, fijar las tarifas de los servicios.
“La tarifa cero es otra historia, porque sí afectaba los costos de operación de la empresa; pero este es otro tema, porque son asuntos 100 % comerciales que pueden dejar en desventaja a los demás operadores”, dijo por su parte Sandra Rodríguez, abogada experta en telecomunicaciones.
Sin embargo, para algunos este escenario resultaría inviable dado que la compañía no puede establecer sus precios al ser un agente preponderante, una facultad que recae en el órgano regulador.
Telcel no puede reducir ni incrementar sus tarifas sin autorización del IFT. Tampoco impacta en los precios finales al consumidor porque el ‘efecto club’ tiende a beneficiar a los usuarios de la red. Es un mito de los competidores porque ante una buena red, no pueden arrebatarle usuarios al preponderante
aseguró Jorge Bravo, analista de Digital, Policy & Law.
Los rivales, en contra
El análisis de la industria sobre este caso señala que la prohibición para diferenciar tarifas es parte esencial de la Reforma en Telecomunicaciones, y una de las causas por las que se han obtenido beneficios para los usuarios, por lo que, consideran, debe permanecer dicha obligación.
Consultada por EL CEO para saber su postura al respecto, AT&T destacó que, antes de su prohibición legal, el ‘efecto club’ fue una de las prácticas que más dañó a la competencia y a los usuarios.
Consideramos que no debemos regresar a la posibilidad de que el preponderante realice esta práctica que desplaza indebidamente a sus competidores, eleva precios y afecta el bolsillo de los consumidores
señaló la empresa.
Asimismo, EL CEO buscó a Telefónica Movistar para conocer su postura sobre este asunto, sin embargo, la empresa de telefonía móvil de origen español declinó hacer comentarios.