La firma automotriz Renault registró números rojos en sus resultados financieros durante 2019 por primera vez en diez años, al registrar una pérdida neta de 141 millones de euros (155 millones de dólares), según su reporte trimestral publicado este viernes.

Hace una década, en plena crisis financiera, registró una pérdida de 3,100 millones de euros (3,360 millones de dólares).

En un contexto de mercado mundial del automóvil en dificultades, Renault sufrió un retroceso de su volumen de negocios del 3.28% a 55.500 millones de euros (60,000 millones de dólares), lo que mermó su rentabilidad.

Para 2020, el grupo francés anticipa una nueva baja de sus beneficios, y un volumen de negocios de la “misma magnitud” que el de 2019.

Además, la firma dijo que sus ventas en el año pasado cayeron 3.4%, respecto a 2018, a 3.8 millones de unidades vendidas.

La previsión “para  2020 es muy limitada debido a la volatilidad que se espera en los mercados (…) y por los posibles impactos (económicos) del nuevo coronavirus”, indicó la CEO interina, Clotilde Delbos, citada en el comunicado.

Delbos dejará ese puesto a partir del 1 de julio, día que comenzará la gestión del nuevo CEO de Renault, Luca de Meo.

La llegada del italiano se da tras la serie de problemas resultado de la detención del exdirigente Carlos Ghosn en noviembre de 2018 en Japón y al que se le acusa no declarar todos sus ingresos a las autoridades bursátiles entre 2010 y 2015 y por abuso de confianza agravado.

Actualmente Ghosn está refugiado en Líbano, país al que llegó el 31 de diciembre tras haber huido de la justicia japonesa.

Nissan, firma con la que tiene alianza Renault, redujo a 242 millones de euros (262 millones de dólares) su contribución financiera contra 1,510 millones de euros en 2018.

Con información de AFP