Reebok, propiedad de Adidas, rompió relaciones con CrossFit, luego de que su fundador, Greg Glassman, comparó la muerte de George Floyd a manos de la policía de Estados Unidos con la pandemia de COVID-19.

Como consecuencia de la publicación, Reebok terminó su relación de 10 años con CrossFit, y actualizó su sitio web en EU para apoyar la campaña de “Black Lives Matter”.

“Recientemente habíamos estado en discusiones sobre un nuevo acuerdo, sin embargo, en vista de eventos recientes, hemos tomado la decisión de terminar nuestra asociación con CrossFit HQ”, dijo Reebok en un comunicado el domingo. “Cumpliremos con nuestras obligaciones contractuales en 2020”.

Glassman respondió a un tuit del Instituto de Métricas y Evaluación de Salud que clasificaba al racismo y la discriminación como un problema de salud pública. El directivo respondió “Es FLOYD-19”.

La publicación en relación con el asesinato de George Floyd a manos de la policía en el estado de Minneapolis en EU, el pasado 25 de mayo, fue visto como insensible.

Cuando Reebok inició su relación con CrossFit, la compañía propiedad de Adidas luchaba contra las caídas en las ventas, por ello buscaba un atractivo que conectara con clientes más allá de las mujeres que representaban su base principal. La asociación ayudó a la empresa a surgir como una marca deportiva personal, y obtener crecimiento en 2019.

En una nueva publicación en Twitter, Glassman dijo “Yo, CrossFit HQ, y la comunidad de CrossFit no toleraremos el racismo. Cometí un error con las palabra que elegí ayer. Mi corazón está profundamente triste por el dolor que ha causado. Fue un error, no racismo sino un error”.

CrossFit no respondió a una solicitud de comentario sobre las acciones de Reebok.