El Consejo de Administración de Pemex informó la semana pasada que el porcentaje de Derechos de Utilidad Compartida (DUC) que la empresa paga a la federación disminuirá de 50% a 40%, tal y como se pronosticaba con base en los anuncios de estímulos fiscales.

Se trata de un movimiento confirmado por fuentes internas de la empresa y que aparentemente brinda un poco de flexibilidad al flujo de Pemex. Sin embargo, esta reducción no resuelve los problemas financieros que enfrenta la petrolera y sí genera un impacto a las finanzas públicas.

Al bajarle el porcentaje de impuesto del DUC le generas flujo de operación a Pemex para que pueda tener recursos para pagar a proveedores y para sus actividades diarias. Lo que provocas es que el presupuesto tenga un hoyo, porque los ingresos que recibes no están cumpliendo el mandato del presupuesto de egresos

 explicó el economista Raymundo Tenorio.

 

El tamaño de este cambio en el porcentaje es difícil de calcular. Si se toma un costo de producción por barril de 20 dólares, que Pemex reportó el 18 de marzo, y una producción promedio similar a la reportada el mes pasado, la modificación representaría una pérdida para el erario de 114.522 millones de dólares mensuales (alrededor de 2,290 millones de pesos). Además, el movimiento podría anunciarse como retroactivo, algo que el público sólo conocerá si la empresa lo aclara a través de un comunicado o en alguna llamada con inversionistas.

El gobierno federal no tiene ninguna limitante para hacer tantos cambios al DUC que considere necesarios, pues se trata de una decisión tomada desde la Secretaría de Hacienda, que no está limitada por la Ley de Hidrocarburos ni ninguna otra legislatura del ramo energético. Sin embargo, el impacto de una cifra tan contenida para una empresa que está acostumbrada a malas inversiones parece ser limitado.

“Hay un costo de oportunidad relacionado con que sea Pemex quien extrae y no otra empresa, porque si fuera otra empresa nos quedaríamos con el 70% de DUC y no con el 40%. Le estamos quitando dinero a vacunas, medicina, educación y salud”, señaló Carlos López Jones, Director de Consultoría en Tendencias Económicas y Financieras.

Pemex podría utilizar el dinero para pagar a proveedores o para realizar inversiones en los campos que ya ha identificado, o incluso en la búsqueda de nuevos campos. Sin embargo, los vencimientos que Pemex no ha pagado ascienden a 5,800 millones de dólares, por lo que incluso una reducción del DUC en todo este año sólo representaría ingresos suficientes para pagar alrededor del 23% de la deuda. Además, esto representaría no utilizar estos fondos para inversión alguna.

Tenorio advirtió también que otros participantes del sector podrían ampararse debido a la falta de equidad en el cobro de impuestos, pues “la política fiscal en materia de ingresos y cobro de impuestos debe ser equitativa y distributiva”.  López Jones consideró que es difícil que las empresas actúen dado que puede ser percibido como un subsidio fiscal que no es reclamable.

Para López Jones se trata de un movimiento motivado parcialmente por los altos remanentes petroleros que se esperan este año, pero esto no impulsará que Pemex deje de ser un lastre para las finanzas mexicanas.