El auge de la oferta de contenido en México y en el mundo, sobre todo ante la pandemia global que se desató en 2020 ha abierto la puerta a un nuevo nicho que está buscando hacerse hueco en el mercado del contenido ‘a la carta’, pero sin costo para los potenciales usuarios.

Pluto TV, Tubi y más recientemente Canela TV y blim TV – con su esquema gratuito – son los ‘nuevos jugadores’ de contenido streaming cuya columna vertebral es la publicidad, un esquema de negocio que ha sido esencial para la radio y televisión comercial.

TV y radio, pioneros en publicidad

La tendencia de ingresos por publicidad de medios como Televisa, TV Azteca o Radio Centro mostraron, desde hace algunos pocos años, caídas consecutivas en ventas y anunciantes, una realidad que empezó a notarse más hace un par de años y que se agudizó con la pandemia.

Sin embargo, ahora Internet es el rey indiscutible de la publicidad, dijo a EL CEO Radamés Camargo, gerente de investigación en The Competitive Intelligence Unit (CIU), quien señaló a YouTube como unos los grandes ganadores de este esquema.

El ecosistema de la publicidad ya está de por sí muy competido, pero ahora está creciendo más y se están diversificando las opciones, y por eso, el modelo de suscripción de paga no es ya el único camino para que nuevos jugadores ofrezcan contenido, agregó el especialista.

Para Camargo, el diferenciador de las plataformas en la captación de anunciantes radica en la oferta de contenido, ¿a quién va dirigida esa programación y quién la consume?

Según el ‘Estudio de Inversión en Comunicación en Internet 2020’ elaborado por IAB México, 2019 fue un año atípico, con un 19% de crecimiento en la publicidad digital, muy por debajo del crecimiento del 32% de un año previo.

Las apuestas

No es lo mismo que los anunciantes pauten en un canal de TV a una plataforma nueva con un contenido de un jugador desconocido, comentó Germán Palomares, country manager para México de Canela TV.

La diferencia en la publicidad en internet frente a la radio y a la televisión radica en que los anuncios que le lleguen al usuario se basarán en la información que les interesa, gracias a un algoritmo.

“La pequeña gran diferencia es que la publicidad sea relevante para el usuario y lo beneficie, algo que les permita ver los anuncios bajo un algoritmo que funciona con la información que el usuario haya alimentado”, agregó Palomares.