Cada vez más jóvenes están abandonando el sueño de comprar una vivienda para optar por el alquiler, una tendencia que parece estar arraigada en la necesidad de adaptarse a un mercado laboral dinámico y en la flexibilidad que el arrendamiento ofrece. Sin embargo, esta opción no es tan sencilla como aparenta.
La Encuesta Nacional de Vivienda 2020 revela que el 16.4% de los hogares en México, equivalente a 5.8 millones de residencias, están alquilados. Este dato destaca las prioridades frente a un entorno económico incierto y con una creciente dificultad para acceder a créditos hipotecarios accesibles.
Aunque alquilar parece ser una alternativa atractiva para muchos jóvenes, no está exento de complicaciones. La elección de la ubicación, los elevados costos de renta y las fluctuaciones en el mercado inmobiliario añaden una capa de incertidumbre y desafío que convierte la decisión de arrendar en una cuestión más compleja de lo que podría parecer a primera vista.
De acuerdo con la firma inmobilIaria Levy Holding, hay factores a considerar para rentar:
- Prioriza tus necesidades: Antes de rentar una vivienda, es fundamental definir tus requisitos.
Esto implica establecer un presupuesto mensual y nunca gastar más del 30% del salario en un crédito o una renta.
También hay que elegir la ubicación ideal y determinar las características clave del inmueble, como el número de habitaciones, baños y servicios adicionales que se necesitan.
- Evaluación de las propiedades: Es crucial agendar citas para recorrer las viviendas de interés.
Al visitarlas, hay que evaluar el estado general del inmueble, los servicios disponibles y la seguridad de la zona. Se debe preguntar sobre posibles costos adicionales, como las cuotas de mantenimiento.
- Negociación del contrato: Una vez seleccionada la propiedad, es momento de negociar los términos del contrato de arrendamiento, incluido el precio final de la renta.
Si se planea quedarse más de un año, hay que considerar acordar un contrato a largo plazo con incrementos de renta previamente estipulados.
Esto te permitirá evitar renegociaciones anuales y la incertidumbre sobre la renovación
- Revisión detallada del contrato: Antes de firmar, hay que revisar minuciosamente cada uno de los términos acordados, incluyendo la duración del arrendamiento, el monto de la renta, el depósito de seguridad y las responsabilidades de mantenimiento.
- Firma y pagos iniciales: Una vez satisfechas ambas partes, procede a la firma del contrato junto con el propietario o la agencia inmobiliaria.
Generalmente, se solicita un depósito de seguridad equivalente a uno o dos meses de renta, además del pago del primer mes.
- Preparativos para la mudanza: Finalmente, coordina los detalles de la mudanza asegurándose de que todos los servicios (agua, luz, gas, internet) estén activados y transferidos a tu nombre según sea necesario.
Te puede interesar: