El sector energético en México cambió en 2025 con la entrada en vigor de la nueva “Reforma Energética“, impulsada por la presidenta de México Claudia Sheinbaum y que, según su administración, busca regresar a las empresas a su “esencia pública”.
La presidenta ha señalado que con la entrada en vigor de esta reforma traerá mejoras a las empresas del Estado: Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Pero, ¿qué cambió con estas modificaciones?
Fotoarte: Mariana Flores.De Peña a Sheinbaum, la Reforma Energética va
El pasado 12 de marzo, el Congreso de la Unión aprobó un paquete de leyes secundarias para modificar y reforzar al sector energético. Estas reformas, según la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, buscan fortalecer la planeación estatal y garantizar la seguridad energética nacional.
Para entender los cambios, hay que comprender qué fue lo que se aprobó en 2013, cuando Enrique Peña Nieto promovió la que sería una de sus reformas más ambiciosas y que buscaba modernizar el sector energético mexicano, tras el agotamiento del yacimiento petrolero Cantarell y la reducción en la producción de gas natural.
El proyecto no solo pretendía modernizar la industria petrolera, sino también revitalizar al sector energético en su conjunto, buscando una mayor participación privada sin perder el control estatal sobre los recursos naturales.
Dentro de las modificaciones que se hicieron está la de la propiedad de la nación sobre hidrocarburos. Este artículo reiteraba que “la propiedad de la Nación sobre los hidrocarburos es inalienable e imprescriptible”.
Planteaba que el Estado sigue siendo el único con derecho de explotar los recursos, pero la reforma abrió la puerta a contratos con particulares, permitiendo su participación en actividades como el transporte, almacenamiento y distribución de estos recursos.
Sin embargo, con la reforma de Sheinbaum, esto quedó de diferente forma ya que se expidieron ocho leyes clave, incluyendo la Ley de la CFE, Pemex, Sector Eléctrico e Hidrocarburos. Además, se reformaron otras tres leyes para fortalecer el marco regulatorio energético.
Uno de los principales cambios es que la CFE tendrá prioridad en la generación eléctrica. Se establece que deberá aportar al menos el 54% de la energía nacional.
CFE y Pemex/ Fotoarte: Natalia MontielPemex ‘para los mexicanos’
En cuanto a los hidrocarburos, la reforma de Claudia Sheinbaum busca combatir la venta ilegal de combustibles con mecanismos de trazabilidad. También se fortalecerá la fiscalización de permisos y las responsabilidades de los importadores.
La Ley de Planeación y Transición Energética establece un nuevo marco para alinear proyectos con el Plan Nacional de Desarrollo. Se reduce el número de instrumentos de planeación.
Se actualizó la Ley de Biocombustibles para regular nuevas actividades y simplificar procesos. Además, se promueve el aprovechamiento sustentable de residuos orgánicos para la producción de biomasa.
Además de esto, con la Reforma Energética se implementó La Ley de Geotermia, la cual facilita la exploración y aprovechamiento de recursos geotérmicos. Se eliminan permisos para actividades locales y se amplía la vigencia de las concesiones existentes.
Finalmente, se modificó la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, reduciendo la carga fiscal de Pemex. El nuevo esquema busca mejorar su rentabilidad y estabilidad financiera a largo plazo.
Con información de Camila Ayala
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