No todas las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en México lograron sobrevivir tras la crisis económica y sanitaria.
De las 4.9 millones de empresas que había en 2019, solo 3.85 millones sobrevivieron en 2020. Un millón 10,857 establecimientos o 20.81% cerraron definitivamente, de acuerdo con el estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) publicado por el Inegi.
Además de que el periodo de inestabilidad económica provocó el endurecimiento de los requisitos para que las pymes pudieran acceder al crédito.
Ante este escenario, las alternativas de financiamientos serán clave para que las pymes puedan seguir operando y escalando sus negocios durante 2021.
Las pymes que siguen vivas después de un año han mostrado que son pymes resilientes y claramente ya tenían un modelo de negocio bien probado y sólido. Las que quedan, porque desafortunadamente perdimos muchas, son pymes a las que les debemos apostar muchísimo para que puedan seguir creciendo y convertirse en grandes negocios
Paulina Aguilar, directora general de la fintech de financiamiento Mundi
Al principio de la pandemia se contrajeron un poco las opciones de financiamiento y las empresas que daban financiamiento a pymes lo hicieron de manera más cautelosas, pero después de un año de la cuarentena, Aguilar comenta que entendieron que las pymes que siguen trabajando son pymes sólidas.
Por lo que en Mundi consideran apostar por estas pymes exportadoras mediante el financiamiento por factoraje. De febrero a marzo, Mundi tuvo un crecimiento del 300%.
El factoraje es un instrumento financiero que no ha tenido la penetración de mercado que podría tener. Va un poco de la mano que las instituciones financieras tradicionales ofrecen muy poco este producto. Prefieren dar un crédito con garantía hipotecaria porque se sienten más seguros, pero eso no es entender la necesidad real de las pymes
Paulina Aguilar
Las pymes no necesitan un crédito de largo plazo con garantías hipotecarias, sino créditos revolventes de corto plazo que les resuelva su liquidez e inmediata y que no los endeuden o los apalanque por tiempos largos.
“Al final el factoraje es una transacción comercial, una compraventa de sus facturas. Es decir, de sus cuentas por cobrar. Esto es que puedan gozar de sus propios recursos de manera anticipada. No es un apalancamiento extra y esto ayuda a la solidez financiera de las pymes”, comentó.
Todas las pymes, según Aguilar, podrían ser parte del comercio internacional, pero el acceso a capital de trabajo está muy restringido y las empresas que sí les dan acceso a ese capital realizan estudios de riesgos enfocados en análisis financieros que no necesariamente es la fortaleza de una mediana y pequeña empresa.
Esto debido a que considera que su fortaleza es la relación comercial con sus clientes, en este caso, clientes en el extranjero que les siguen haciendo pedidos y que también les piden crédito y muchas veces la mayoría de las empresas no pueden soportar estos días crédito.
En febrero de 2021, el valor de las exportaciones de mercancías en México alcanzó 36,190 millones de dólares, cifra que se integró por 34,369 millones de dólares de exportaciones no petroleras y por 1,821 millones de dólares de petroleras.
Así, en febrero las exportaciones totales reportaron una reducción anual de 1.1%, la cual fue resultado neto de una disminución de 1.7% en las exportaciones no petroleras y de un alza de 10.7% en las petroleras, de acuerdo con la Balanza Comercial publicada por el Inegi.