El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó que la producción de petróleo aumentó de 1.6 millones de barriles diarios en 2018 a 1.7 millones en la actualidad, presentando esta cifra como un logro de su administración en materia energética en su último informe de gobierno. Sin embargo, las cifras contrastaron con los datos oficiales de Petróleos Mexicanos (Pemex). 

Cuando llegamos al gobierno sólo se extraían un millón 642,000 barriles diarios de crudo; frenamos con prontitud esta caída que llevaba 15 años consecutivos; ahora estamos produciendo un millón 795,000 barriles diario,

dijo desde el Zócalo capitalino.

Según cifras de la empresa petrolera, la producción de crudo cayó 12.5% durante el sexenio de López Obrador, al pasar de 1.7 millones de barriles diarios de crudo en diciembre de 2018 a 1.4 millones de barriles diarios de crudo en julio de 2024, casi al final de su mandato.

Además, la producción del oro negro en julio de 2024 fue la más baja desde hace décadas, de acuerdo con la serie de Pemex. 

En el informe presentado al Congreso, por Luisa María Alcalde Luján, secretaria de Gobernación, se afirma que el “rescate” de Pemex, por medio del aumento de producción, de barriles de petróleo ha sido uno de los pilares de la administración de AMLO.

El gobierno federal argumentó que se trata de un acto necesario para revertir las consecuencias de la reforma energética de 2013, la cual “desmembró y privatizó” al sector energético. 

Para Oscar Ocampo, Coordinador de Energía y Medio Ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la cifra que presentó AMLO “está inflada”. 

“En el sexenio de AMLO, a los campos Quesqui e Ixachi les ha ido muy bien con los condensados. El gobierno suma condensados y ahí son más presentables. Actualmente se tiene una producción de 1.4 millones de barriles de crudo diarios, es la cifra más baja desde los años 80”. 

Declive en la extracción de campos

Para el especialista, la caída en la producción, a pesar del discurso nacionalista y la apuesta por Pemex, se debe al agotamiento de los campos petroleros y a la disminución de las reservas. 

La estrategia de enfocar esfuerzos en 35 campos prioritarios no ha sido suficiente para revertir esta tendencia. Según Ocampo, el problema radica en que los campos más productivos de aguas someras ya han alcanzado su punto máximo y ahora están en declive.

“Pemex carece de experiencia y tecnología para explorar y explotar yacimientos en aguas profundas y en áreas no convencionales, segmentos cruciales para incrementar la producción. Además, la política de la actual administración de limitar la participación de la inversión privada ha exacerbado la situación”.

Al respecto, el “Observatorio Pemex” de BBVA coincidió que el retroceso en la producción se debe, principalmente, al declive en la extracción de campos petroleros maduros, en especial porque no se han descubierto nuevos campos y a la caída en presupuesto para exploración.

“Para alcanzar las metas de producción planteadas para los próximos años, Pemex deberá no solo frenar el declive en los campos maduros, sino también incrementar significativamente la producción de los nuevos campos”, señaló la institución financiera.

Cae presupuesto para descubrir yacimientos

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024, Pemex destinará 41,578 millones de pesos en “exploraciones para descubrir yacimientos de hidrocarburos”. Del monto total, el 97% está etiquetado para los “proyectos de infraestructura económica de hidrocarburos”.

La información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) revela que el gasto destinado a proyectos de infraestructura económica sufrió un recorte anual de 36.6% en términos reales para ubicarse en 40,341 millones de pesos.

Mientras que en el sexenio de AMLO el gasto destinado a dicho rubro presentó un recorte de 14.6% en términos reales, de acuerdo con los datos oficiales.

El director general de GMEC, Gonzalo Monroy, comentó que de cara al próximo gobierno de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, se verá evidente “todo lo que se dejó de invertir en exploración”. No obstante, agregó que hay que esperar el Plan de Negocios de Pemex para saber dónde estará el eje de la petrolera.

Eventualmente esperaría que ya venga, en cuestión de producción, el plan de desarrollo de Zama. Eso podría generar una producción relativamente rápida. Pero fuera de eso la realidad es que los tiempos no son buenos por lo temas de coyuntura
,dijo.

Se proyecta que el Campo Zama cuenta con reservas de más de 850 millones de barriles de petróleo crudo. En 2023, la Comisión Nacional de Hidrocarburos aprobó el plan de desarrollo para el campo petrolero por 9,085 millones de dólares.

Entre la coyuntura que mencionó Monroy se encuentra la reforma constitucional para la prohibición del fracking ya que juega un rol importante “porque la mitad de la reserva probable está en los recursos que se pueden sacar, de manera rentable, con el fracking”.

Si existe esa prohibición legal, ni siquiera Pemex podrá desarrollar esos recursos y es ahí donde estaban sus mejores opciones para darle la vuelta a la declinación en la caída en la producción,

dijo le director de GMEC.

Los retos para Claudia Sheinbaum y Pemex

Las proyecciones para la producción futura no son alentadoras. A pesar de los objetivos declarados por la próxima administración entrante, encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo, de alcanzar los 1.8 millones de barriles diarios, las condiciones actuales no parecen propicias para lograrlo. 

Así lo aseguró Ocampo, para él, “incrementar la producción con la estrategia actual será muy complicado”, por la serie de futuras políticas públicas, en donde la apuesta es cerrar el mercado.

La única vía factible para aumentar la producción de manera significativa sería permitir un mayor nivel de inversión privada y asociaciones público-privadas, lo que implicaría un giro en la política energética actual, “algo que, hasta ahora, no parece estar en la agenda de la próxima administración”.

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