El volumen de hidrocarburos robados en México podría tener un rebote temporal, producto de los fallos informáticos en la Secretaría de Economía, mientras que Pemex Logística podría enfrentar retos para tener reportes fidedignos debido a sus propios problemas en esta materia.

“Hay un tema que en este mes va a afectar los resultados para febrero y es el tiempo en el que se cayó la Secretaría de Economía”, explicó David Rosales, Socio de Midstream & Downstream en la consultora Talanza Energy.

Esta caída provocó que durante un tiempo no hubiera importación de privados y lo tuvo que hacer Pemex mediante sus métodos originales, lo que hizo que volviera a subir el robo por unas semanas. “Pemex logística tiene muchos problemas desde el hackeo, y también no me extrañaría si hubiera un poco de problemas en el reporte”

A pesar de que la actual administración ha presumido sus avances en materia de combate al robo de hidrocarburos, este potencial rebote revela que el impacto logrado no ha sido tan grande como se esperaba, pues se ha obtenido principalmente mediante el cambio de estrategia en el transporte, lo que podría ocultar algunos problemas de origen que aún no han sido atendidos.

“Se ha reducido el robo porque se ha reducido el volumen que se conduce por ductos. Si hay otros medios más seguros el número naturalmente va a bajar. Ahora se verá como si el impacto fuera aún mayor, porque Pemex se ha empeñado en reportar las pérdidas en dinero”, explicó Rosales.

Rodrigo Favela, socio de HCX, explicó que el escenario ideal para la distribución de gasolina en México sería la construcción de un sistema redundante de ductos que permitiera establecer distintas rutas entre puntos en caso que se detectara la perforación de algún tramo.

Esta red sería más eficiente y tendría menores costos operativos que la alternativa que está siendo utilizada actualmente, sin embargo, Pemex no ha dedicado presupuesto a esta solución, y la actual baja en los precios del petróleo complica aún más esta posibilidad.

Petróleos de México reportó que en 2018 el robo total de combustible alcanzó los 20.4 millones de barriles, mientras que en 2019 la cifra total fue de 1.8 millones de barriles, una reducción superior al 91%. Las tomas clandestinas se redujeron un 11% para colocarse en 13,137, de las cuales el 30% se encuentra en Hidalgo.

Los sacrificios realizados durante el principio de la estrategia, y las inversiones realizadas para habilitar las vías alternas de transporte representaron gastos importantes, sin embargo, los expertos consideraron que la balanza económica para Pemex en materia de huachicol será positiva al largo plazo.

Rosales resaltó que la estrategia además ha tenido algunos resultados positivos puntuales, sobre todo el alza en la vigilancia de los ductos cercanos a Tula y de algunos ductos en Puebla. Además, la estrategia del año pasado llevó a la compra de una mayor cantidad de pipas y al uso más extensivo del sistema de vías férreas en México, lo que el experto consideró un acierto.