Príncipe heredero de Arabia, el nuevo Warren Buffett
Príncipe heredero de Arabia, el nuevo Warren Buffett

Príncipe heredero de Arabia, el nuevo Warren Buffett

El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, se apunta a convertirse en el nuevo Warren Buffett debido a su inversión en las petroleras europeas afectadas por la caída de la demanda de petróleo provocada por la pandemia de COVID-19.

La compra de acciones del Fondo Soberano de Arabia Saudita (PIF) que encabeza el magnate de 34 años en Shell, Equinor, Eni y Total, tiene similitudes con las estrategias de inversión del CEO de Berkshire Hathaways, quien es conocido por su gran apetito por el riesgo. 

A inicios de abril, The Wall Street Journal informó que el multimillonario podría rescatar a empresas de los sectores de viajes, alojamiento y entretenimiento que han sido golpeadas por el coronavirus.

Durante las últimas semanas, el PIF ha desembolsado alrededor de 1,000 millones de dólares en esas compañías, de acuerdo con el WSJ.

“Los saudíes han estado comprando cada día al menos durante las últimas semanas, especialmente desde que los precios de estas compañías estaban en terreno de la corrección y la rentabilidad por dividendo estaba muy alta”, dijo una fuente al medio especializado.

Shell, que ha sufrido un desplome de 35% en el precio de sus acciones en medio de la guerra de los petroprecios de Riad y Moscú, cotiza con una rentabilidad por dividendo superior a 10%, según Reuters.

Las grandes petroleras no sólo tienen una gran liquidez para pagar los dividendos de este año, sino también la libertad regulatoria para hacerlo.

Sin embargo, la estrategia del PIF tiene algunas diferencias con las de Buffett. 

La táctica del empresario estadounidense se basa en identificar empresas en dificultad y adquirir acciones preferentes, un movimiento menos arriesgado que comprar participaciones de capital, como lo hizo durante la crisis financiera de 2008 con Goldman Sachs y General Electric.

La inversión de bin Salman se contrapone con el plan Vision 2030 que presentó el gobierno saudí en 2016, que se establece que el PIF debería estarse alejando de la dependencia del petróleo, pues su objetivo es que sus inversiones sustituyan al crudo como la principal fuente de ingresos del reino en 2020.

Con información de Reuters

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