El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en su conferencia matutina de este lunes que la producción de Pemex no ha caído, sino que hay una mala interpretación de las cifras publicadas por la compañía, y que Presidencia mantiene el objetivo de tener una producción de petróleo superior a los dos millones de barriles.

“Tuvimos una disminución porque dejamos de vender 100,000 barriles por el acuerdo que se tomó con la OPEP y con los países productores de petróleo para estabilizar los precios del crudo (…) Tuvimos también alguna dificultad por el COVID, porque tuvimos enfermos en plataformas y barcos”, explicó el presidente.

Los problemas de la compañía no son graves, dijo López Obrador, y la empresa producirá más petróleo del proyectado originalmente, el cual no se venderá al extranjero, sino que será procesado en México para garantizar la autosuficiencia, prevenir la sobreexplotación y dejar una reserva a las futuras generaciones.

El presidente también dijo que el objetivo de extracción de la compañía se encuentra entre los 2.2 millones y los 2.4 millones, cifras que contrastan con la propia postura presidencial externada el pasado 19 de mayo, cuando dijo que la autosuficiencia podía conseguirse con una producción diaria de 1.8 millones de barriles y que esa era la meta de Pemex.

Durante el discurso del 19 de mayo, López Obrador dijo además que el nuevo enfoque de Pemex estaría en la exploración, con el objetivo de “reponer las reservas que se han agotado”.

El último reporte trimestral de Pemex también parecía aludir a una disminución en las pretensiones de producción de la empresa, algo que analistas del sector celebraron, debido a los altos costos de extracción en los que la compañía mexicana incurre actualmente.

Los costos de refinación de Pemex también resultan altos comparados con los de otras empresas, debido a la antigüedad de las instalaciones y a la merma en la que estas incurren. Este año, la gasolina estadounidense de importación alcanzó precios de 50 centavos por galón, algo con lo que Pemex no puede competir.

El otro gran problema es la cantidad de hidrocarburos que México requiere para tener una autosuficiencia real. Erick Sánchez Salas, business developer de IHS Markit, calculó que esta meta requiere de una producción constante de alrededor de 2.7 millones de barriles diarios considerando un aprovechamiento del 40%, cifra que consideró imposible de alcanzar.

La refinación de gasolinas también sería un reto, pues Sánchez Salas explicó que el procesamiento de este volumen requeriría que las refinerías estuvieran al 100% de capacidad operativa y arriba del 90% de utilización, cuando en la práctica la capacidad se encuentra alrededor del 30% y la utilización por debajo del 20%.

A pesar de las pérdidas millonarias reportadas por Pemex, el presidente dijo en entrevista con La Jornada que “el petróleo es el mejor negocio del mundo”, y que Pemex “no perdía ni cuando se dedicaban a saquearla”.

López Obrador respaldó estos argumentos con un costo de producción de cuatro dólares por barril, cifra que colocaría a Pemex entre las empresas más eficientes del mundo, y que ha sido cuestionada por analistas.