Donald Trump sufrió esta semana un golpe en su lucha por regresar al sector de hidrocarburos la importancia que ha ido perdiendo en años recientes.

La construcción del ducto Dakota Access fue suspendida por un juez federal que argumentó la falta de garantías contra desastres naturales. Se trata de uno de tres proyectos importantes en Estados Unidos que están en pausa y que se unen al gasoducto Tuxpan-Tula para pintar un panorama complejo en el transporte de hidrocarburos en el continente americano.

Sin embargo, del otro lado del Océano Atlántico, el gobierno de Vladimir Putin ha conseguido expandir su influencia política en Europa y Asia a través de la construcción de gasoductos que le permiten enviar gas natural a clientes importantes.

Moscú informó esta semana que el gasoducto Nord Stream 2 ha tenido avances normativos y que el gobierno incluso planea la construcción de un ducto más hacia China.

¿Por qué los ductos americanos encuentran tantas trabas mientras Rusia sigue avanzando con sus planes?

Autocracia

Rusia se encuentra en el centro de la mayoría de los proyectos de transporte de gas en Europa y Asia. El segundo mayor productor de gas natural a nivel mundial necesita establecer relaciones comerciales con las potencias que se encuentran a su alrededor para reforzar su posición diplomática, y sabe que el hidrocarburo es su mejor apuesta.

Además, la compañía a cargo de su construcción es Gazprom, una empresa con control estatal parcial, por lo que las obras cuentan con la fuerza del Kremlin para garantizar su conclusión.

En Rusia se necesita un “permiso para manifestarse”, lo que complica que haya protestas contra la construcción de ductos como ocurre en Estados Unidos y México, sobre todo una protesta directa contra una empresa propiedad del Estado.

Incluso el coronavirus ha sido un tema que poco ha mermado los avances de las obras.

El 1 de mayo pasado, trabajadores de una planta propiedad de Gazprom se manifestaron contra la falta de garantías a su salud, pero la protesta sólo fue cubierta por medios locales y no tuvo mayores repercusiones.

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Mapa de los principales gasoductos en Europa (Fuente: Wikicommons)

Geografía

La densidad poblacional juega un papel importante en el trazado de ductos entre Rusia y sus principales compradores. Mientras que Estados Unidos y México tienen una densidad poblacional de 33 y 64 pobladores por km2 respectivamente, los ductos que conectan a Rusia cruzan territorios como Kazajistán, con 7 pobladores por kilómetro cuadrado, o incluso Siberia, con tres pobladores por kilómetro cuadrado.

Esta baja población reduce la posibilidad de que comunidades arraigadas protesten el paso de un ducto, además de que facilita modificaciones en el trazado del plan en caso de que existan conflictos imposibles de resolver.

Esta es una condición que existe también en los países de la ex Unión Soviética que conectan a Rusia con Europa Central y Occidental. A sabiendas de que construir nuevos ductos es cada vez más complicado, Moscú ha optado por el Nord Stream 2: un gasoducto submarino que conectará a Rusia con Dinamarca.

Demanda

La aprobación danesa del ducto fue criticada por otros países europeos, principalmente Ucrania, debido a sus posibles ramificaciones geopolíticas. Sin embargo, su construcción representa la posibilidad de que Copenhagen compre gas a precios más bajos y dado que Estados Unidos aún no ha sido capaz de sustituir el abasto ruso, resulta una propuesta demasiado atractiva para el gobierno danés.

Estados Unidos ha establecido buenas relaciones con Polonia, y ha propuesto la construcción de una planta regasificadora en el país, que sería capaz de recibir por barco gas proveniente de América. Sin embargo, los planes no han avanzado desde que fueron anunciados en agosto del año pasado.

Diversos gobiernos europeos han externado su deseo de disminuir su dependencia del gas ruso, pero mientras no haya una solución por parte de Estados Unidos, o un avance tecnológico que permita despegarse de esta tecnología, cualquier obstáculo seguirá siendo sorteable para las economías que necesitan gas para generar su energía.