El fabricante automotriz estadounidense Tesla obtuvo el acuerdo final de las autoridades alemanas, lo que le posibilitará lanzar la producción de vehículos eléctricos en su primera megafábrica europea, cerca de Berlín, anunció este viernes el gobierno regional.

Las autoridades de la región de Brandeburgo “dieron la autorización para la fábrica Tesla de Grünheide”, al sur de la capital, declaró el Ministerio de Medio Ambiente en un comunicado. 

Tesla comenzaría a ensamblar allí sus primeros modelos de vehículos eléctricos en las próximas semanas, tras meses de retraso.

La planta, anunciada con bombos y platillos en noviembre de 2019, abarcará unas 300 hectáreas y tendrá una capacidad de producción de 500,000 vehículos eléctricos anuales.

Además, la llegada de Tesla a Alemania marcará un punto de inflexión para la industria automovilística de ese país, que tiene pesos pesados como Volkswagen y Mercedes.

De hecho, Volkswagen, preocupada por la llegada de Tesla, anunció este viernes una inversión de 2,000 millones de euros (2,190 millones de dólares) para construir una nueva fábrica de coches eléctricos en Wolfsburgo (centro del país), que debería entrar en funcionamiento en 2026.

Impacto ecológico de Tesla

El proyecto de Tesla también provocó la furia de los vecinos, preocupados por el impacto ecológico del sitio.

Grupos de residentes apoyados por las asociaciones de defensa del medio ambiente hicieron todo para bloquear la llegada de Tesla, desde manifestaciones a demandas ante la justicia o cartas abiertas.

En 2020, la justicia obligó varias veces al fabricante a suspender sus obras, tras una demanda de asociaciones que temen que se destruya el hábitat natural de especies protegidas de lagartos y serpientes. 

Otro tema que ha causado controversia es el consumo de agua de la futura fábrica, pues la empresa está situada en localidades muy sensibilizadas en esta materia, al haberse visto afectadas por la sequía en los últimos tres años.

Además, la justicia alemana todavía está estudiando una demanda contra la autorización presentada por las autoridades locales, que denuncian un supuesto aumento de la captación de agua para responder a las futuras necesidades de la firma.

Estas preocupaciones retardaron considerablemente la entrega de los permisos de construcción definitivos. Las autoridades administrativas tuvieron que estudiar escrupulosamente todos los expedientes, “una tarea colosal”, indicaron el viernes.

Las críticas fueron rechazadas por el presidente de Tesla, Elon Musk, quien acudió al lugar para supervisar regularmente las obras y organizó, en octubre, una presentación de la fábrica que parecía una fiesta foránea dedicada a los vecinos.

Comité de Tesla en Alemania

En su planta alemana, Tesla ya comenzó “la fabricación de un número limitado y definido” de automóviles para probar sus instalaciones, con el fin de que estuvieran listos en cuanto obtuvieran el permiso de las autoridades, según un portavoz del grupo a la AFP.

Aunque la competencia aumenta en el disputado nicho de los autos eléctricos, Tesla sigue dominando este mercado y su sistema de producción incluye el dominio del software y su sistema de pilas es la referencia. 

El desafío de Tesla será también encontrar empleados en un país donde la falta de mano de obra es cada vez mayor debido a la recuperación económica tras la pandemia.

Con esto, el grupo estadounidense tendrá que adaptarse al contexto local y ya tuvo que aceptar de mala gana la instauración de un comité de empresa, actor central del modelo sindical alemán de “cogestión”, que da muchos poderes de decisión a los trabajadores.

La empresa llegará a tener unos 12,000 trabajadores, según la prensa alemana, cifra aún no confirmada por Tesla.

Con información de AFP.